En un jardín del patio de la escuela crece un vestigio del pasado de Isaac Newton: un antiguo manzano

El manzano bajo el que Newton descubrió la gravedad aún sigue en pie-. Este manzano en crecimiento nació como un esqueje injertado, tomado del jardín de Newton en su casa de Woolsthorpe Manor, Lincolnshire. A finales del verano de 1666, ese mismo árbol ayudó a Isaac Newton a cuestionar la naturaleza de la gravitación.
Este árbol nació en el jardín de Newton en Woolsthorpe Manor alrededor del año 1820, donde fue propagado por el reverendo Charles Turnor. Desde el jardín de Newton, nuestro esqueje viajó a Belton Park en la década de 1930, luego a una Estación de Investigación Frutícola en East Malling, Kent, al Jardín Botánico de Cambridge y finalmente al Jardín Botánico de Kew, que nos lo donó en 1976.
Las manzanas que produce el árbol son de una variedad extremadamente rara llamada «Flor de Kent», que se mencionó por primera vez en el siglo XV.
El descubrimiento de la gravitación universal por parte de Isaac Newton, al observar la caída de una manzana, es universalmente conocido. Algunos lo descartan como un encuentro fortuito, pero, en realidad, la historia tiene un valor incalculable.
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Newton dio cuenta de este descubrimiento a varios conocidos entre los que se incluyen: Voltaire (filósofo y ensayista francés), John Conduitt (su ayudante en la Royal Mint), Catherine Barton (su sobrina), William Stewkeley (amigo y anticuario) y Christopher Dawson (estudiante en Cambridge), entre otros.
El primer relato escrito aparece en las notas sobre la vida de Newton, recopiladas por John Conduitt en 1726, año de su muerte. Afirma que «ideó por primera vez su sistema de gravitación, al que llegó al observar la caída de una manzana de un árbol».
El suceso ocurrió a finales del verano de 1666. Otros relatos afirman que Newton estaba sentado en su jardín en Woolsthorpe Manor cuando ocurrió el suceso. El primer relato de la existencia de un árbol específico en su jardín desde el cual Newton vio caer la manzana aparece en el libro «Historia de la ciudad y el remojo de Grantham» de Edmund Turnor, miembro de la Royal Society (1806), en la nota a pie de página de la página 160: «El árbol aún se conserva y se muestra a los forasteros».
EO/// Con información de: University of York