El ejercicio físico puede ayudar a dejar atrás los malos recuerdos

La investigación pone sobre la mesa una propuesta innovadora
El ejercicio físico puede ayudar a dejar atrás los malos recuerdos

El ejercicio físico puede ayudar a dejar atrás los malos recuerdos-. El avance de la neurociencia nos permite comprender mejor cómo el cerebro gestiona nuestros recuerdos. Recientemente, un estudio publicado en Science Direct explora de qué modo el ejercicio físico tiene la capacidad de debilitar la persistencia de recuerdos no deseados.

La investigación pone sobre la mesa una propuesta innovadora: incrementar la neurogénesis en el hipocampo puede facilitar que la mente deje atrás huellas del pasado, abriendo caminos para el aprendizaje y el bienestar emocional.

El hipocampo constituye una región clave dentro del cerebro involucrada en el aprendizaje y la memoria. No solo procesa y almacena información, sino que, a diferencia de la mayoría de las demás áreas cerebrales, sigue generando nuevas neuronas durante la edad adulta. Este proceso, conocido como neurogénesis adulta, representa uno de los mayores descubrimientos de la ciencia moderna en el campo de las neurociencias.

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Las nuevas células granulares, generadas en la zona subgranular del hipocampo, se convierten en neuronas funcionales y maduras apenas una o dos semanas después de su proliferación. A partir de su integración sináptica, contribuyen activamente a la función hipocampal, permitiendo al organismo adaptarse a nuevas situaciones y codificar información reciente. Este fenómeno —reflejado en múltiples estudios— demuestra que potenciar la neurogénesis mejora la capacidad de adquirir y ajustar recuerdos espaciales y contextuales.

Sin embargo, el artículo de Science Direct sugiere que este beneficio encierra una paradoja: la alta plasticidad del hipocampo mejora el aprendizaje, pero puede desestabilizar recuerdos almacenados anteriormente. Así, el mecanismo que nos ayuda a aprender cosas nuevas también podría facilitar el olvido de aquellas menos relevantes o deseadas.

Buscando esclarecer el impacto real del ejercicio físico sobre el control y el olvido de los recuerdos, el estudio utilizó modelos animales de laboratorio.

Los ratones, sujetos a carreras voluntarias en escenarios especialmente diseñados, experimentaron un aumento notable en la producción de nuevas neuronas en el hipocampo, como consecuencia directa de su actividad física.

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Los investigadores entrenaron a sus sujetos en una tarea denominada de asociación de pares (PAL), basada en el reconocimiento de imágenes y ubicaciones en una pantalla táctil. Luego de que todos los ratones alcanzaron el criterio de rendimiento, la mitad de ellos continuó con su rutina habitual, mientras que la otra mitad tuvo acceso a ruedas de ejercicio, incrementando así su nivel de actividad física.

Los resultados fueron elocuentes: correr aumentó la neurogénesis y debilitó la retención del recuerdo previamente instalado.

Además, cuando los ratones fueron sometidos a una tarea inversa que requería desaprender la asociación anterior para aprender una nueva, quienes habían realizado ejercicio necesitaron menos intentos de corrección, lo que evidenció una menor interferencia del recuerdo anterior.

Este hallazgo arroja luz sobre la capacidad de la neurogénesis inducida por el ejercicio no solo para potenciar la flexibilidad cognitiva, sino también para fomentar la capacidad de desapego de memorias antiguas. Bajo esta perspectiva, el olvido no es solamente una “pérdida” de información, sino un proceso adaptativo con beneficios directos para la salud mental.

EO//Con información de: Infobae