En ocasiones damos más importancia a nuestras ocupaciones y nos olvidamos del amor de los abuelos y de ese vínculo que debería ser eterno.
El amor de los abuelos forma vínculos eternos. — La unión con nuestros abuelos influye mucho en nuestra historia de vida, cuando estamos pequeños y nuestros padres no tiene el tiempo para cuidarnos e incluso ha pasado que en algunas circunstancias nos crían desde bebes lo que convierte a los abuelos en nuestros pilares, es que nos aman desde el primer instante en que nos ven.
Un abuelo es capaz de quitarse un bocado de comida para dárnoslo a nosotros, nos demuestran desde muy pequeños el arte de compartir y muchos de los valores que ya de grande nos fundamentan como personas de bien por eso es que mayormente siempre se escucha que “los nietos se convierten en sus segundos hijos”.
Muchas veces nosotros, como nietos e incluso como hijos, no valoramos ese amor que nos bridan los abuelos, llegamos incluso de grandes a descuidar a quienes un día lo dieron todo por cuidarnos.
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Damos más importancia a nuestras ocupaciones diarias y vamos postergando las visitas, el compartir en familia e incluso las llamadas, ponemos excusas para alargar lo que deberíamos hacer ahora.
Pasa muchas veces y en algunos casos cuando ya estamos con esos preciados seres, simplemente no le prestamos la suficiente atención como en su momento ellos lo hicieron con nosotros y cuando realmente nos damos cuenta de su valor es cuando ya tienen alguna enfermedad grave e incluso después de la muerte.
No esperemos a que sea demasiado tarde, amemos y valoremos a las personas que realmente importan, démosle el tiempo y atención que esas personas necesitan a pesar de nuestras ocupaciones, sirvamos a ellos, al fin y al cabo, ellos también nos educaron y su amor también tiene derecho a ser valorado.
EO // Redacción Génesis Campos.