Pero el zar se negó a negociar. Cargando botín y con Napoleón ya de regreso hacia París, el grueso del ejército retrasó la retirada hasta el 17 de octubre

El ADN saca a la luz qué diezmó a las tropas de Napoleón – Fue la mayor fuerza invasora que se había visto en Europa. Medio millón de soldados marchando bajo las órdenes de Napoleón Bonaparte rumbo a Rusia. Pero la famosa «Grande Armée” no murió solamente por las balas o el frío. Murió también de fiebre. Y ahora sabemos mejor por qué.
Un equipo científico francés identificó dos bacterias adicionales que habrían contribuido al colapso del ejército napoleónico durante la campaña rusa de 1812. El hallazgo, liderado por investigadores del Instituto Pasteur de París, suma nuevas piezas a una vieja historia: la derrota más devastadora de Napoleón.
Durante años se señaló al tifus y a la llamada «fiebre de las trincheras” como las principales enfermedades que arrasaron el campamento francés durante la retirada. Pero el nuevo análisis reveló otros patógenos que causaban males distintos, con síntomas casi idénticos: fiebre alta, dolor muscular, agotamiento extremo.
«Distinguir entre unas y otras infecciones sería casi imposible incluso hoy”, explicó a DW Nicolas Rascovan, especialista en paleogenómica del Instituto Pasteur y autor principal del estudio.
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En 1812, Napoleón invadió el este europeo para obligar al zar Alejandro I a cumplir con su embargo comercial contra Gran Bretaña. Cruzó Polonia, Lituania y Bielorrusia con el mayor ejército que Europa había visto hasta entonces y consiguió ocupar Moscú en verano. Parecía otra victoria de manual.
Desde ese momento, el enemigo principal ya no fue el ejército ruso. Fueron el hambre, el frío y las enfermedades. El resultado fue brutal: de los aproximadamente 500.000 hombres que iniciaron la campaña, solo unos 30.000 – alrededor del 6% – lograron volver.
Durante mucho tiempo se creyó que la mayor parte de esas muertes se debía al tifus, una infección muy común en los campamentos militares de la época. Pero un nuevo estudio, basado en técnicas modernas de análisis de ADN antiguo en 13 de esos cuerpos, reveló algo más.
El equipo esperaba volver a encontrar rastros de tifus. En cambio, identificó dos bacterias diferentes: Salmonella enterica enterica, asociada a la fiebre paratifoidea, y Borrelia recurrentis, que causa la llamada fiebre recurrente.
Según Rascovan, puede que todavía haya más patógenos por identificar en esos restos. «La paleogenómica avanzó muchísimo desde 2006. Hoy podemos estudiar ADN de hace 200 años y detectar prácticamente todos los agentes infecciosos que estaban presentes”, dijo.
EO// con información de: DW
