Según la FAO, el 13% de la población mundial (más de mil millones de personas) viven en territorios de montaña
Ecosistemas montañosos venezolanos sufren alteración por crisis climática-. Las montañas son mucho más que paisajes imponentes, son fuentes de agua, alimento y biodiversidad. Por tanto, desde el 11 de diciembre del 2003, se conmemora el Día Internacional de las Montañas, iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas que busca sensibilizar y concientizar a la población global sobre la importancia que estos espacios tienen para la vida.
Según la FAO, el 13% de la población mundial (más de mil millones de personas) viven en territorios de montaña, que cubren más de un quinto de la superficie de la Tierra; además de proporcionar el 60% del agua dulce que se usa, son claves en la producción de alimentos y energía para todo el mundo; asimismo son focos de diversidad biológica, ya que albergan una cuarta parte de todas las especies del mundo.
Montañas venezolanas: Reservorio de biodiversidad y cultura
En Venezuela, las montañas constituyen verdaderos pulmones y reservorios naturales. Al respecto, la viceministra de Servicio de Gestión del Ambiente del Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo, Teresa Carrasquel, destacó que las montañas son las principales generadoras de agua dulce del país, pero, además, afirmó que una parte importante de la población habita en estos espacios.
En entrevista exclusiva para el equipo de Multimedios de Venezolana de Televisión (VTV), Carrasquel manifestó que la nación bolivariana cuenta con una diversidad de relieves que lo convierten en uno de los territorios más privilegiados del mundo entre ellos mencionó la Cordillera de los Andes con más de cuatro mil 900 metros de altura, la más alta del país. Asimismo, habló sobre el emblemático Waraira Repano, el Escudo Guayanés, entre otros.
“En Venezuela tenemos nuestra Cordillera de los Andes, con más de cuatro mil 900 metros sobre el nivel del mar, es el punto más alto, y ahí tenemos nuestro glacial. Tenemos la Cordillera de la Región Central, el Waraira Repano con más de dos mil 700 metros sobre el nivel del mar, que protege a la ciudad de Caracas, Miranda y La Guaira, que forma parte donde converge la diversidad biológica de nuestra naturaleza”, manifestó.
“Pero además tenemos el macizo guayanés incluido el Esequibo, que ahí tenemos el Tepúes y toda la vegetación más antigua del planeta”, expresó la especialista en Gestión Ambiental.
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Asimismo, manifestó que cada una de estas montañas es un reservorio de biodiversidad y cultura, y juntas conforman un patrimonio natural que pocos países poseen. “No es solamente la importancia ambiental, sino también esto, como nos representa como venezolanos”, apuntó.
Desafíos de la crisis climática
Carrasquel advirtió que a crisis climática ha comenzado a alterar los ecosistemas montañosos venezolanos debido a que las temperaturas extremas generan fenómenos de fractura en las rocas y desequilibrios en los ecosistemas.
“Temperaturas muy extremas hacia el frío o muy extremas hacia el calor y esto está generando fenómenos como el que vivimos en el estado Mérida, que todo esto agrieta las rocas cuando tienes extremas calientes y en las noches bajas temperaturas, esto es muy rápido, y los ecosistemas no se adaptan tan rápido al fenómeno global que estamos viviendo», informó.
Asimismo, destacó que debido a esta crisis climática, uno de los glaciales en la Cordillera de los Andes «está a punto de desaparecer».
Política de Estado y rol de las comunidades
Ante la crisis climática y dada la relevancia de las montañas para la vida, desde el Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo se impulsan diversas iniciativas para la preservación de estos espacios esto como parte de las políticas impulsada por el Gobierno Bolivariano en el marco del Plan de las Siete Transformaciones.
Carrasquel informó que se realizan planes de monitoreo con el Observatorio de Cambio Climático Ambiental, mapas de riesgos con los Consejos de Ecosocialismo y las Comunas, “para no solamente conservar las montañas, sino vincular a la comunidad y protegerla ante fenómenos naturales”.
En ese sentido, precisó que las políticas del Ministerio de Ecosocialismo no están solas, sino que se vincula a las comunidades, ya que son el primer actor social que convive con las montañas. “Para nosotros la formación para la transformación cultural hacia el ecosocialismo está enmarcada directamente con las comunidades que viven en las montañas y que su alimento y agua depende de las montañas… Es una gestión compartida con el ministerio y las comunidades para la preservación de la vida”, enfatizó.
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Además, explicó que mantienen alianzas junto al Ministerio del Poder Popular para la Atención de las Aguas y el Ministerio del Poder Popular de Agricultura y Tierra, ya que la agricultura de Venezuela y sobretodo de la región andina, dependen de las montañas.
Plan Nacional de Reforestación
Como parte de las iniciativas, informó que en el 2026 el Plan Nacional de Reforestación que adelanta el Ministerio de Ecosocialismo estará enfocado en las cuencas hidrográficas de las montañas. Este programa incluye la producción de plantas y la siembra mediante “bombas de vida”: semillas mezcladas con arena y material orgánico que se lanzarán en zonas de difícil acceso.
“Mientras Venezuela lanza bombas de vida a las montañas, otros lanzan bombas de destrucción. Es un llamado a la sensibilización social y ambiental”, expresó la viceministra.
Alianzas internacionales
Carrasquel indicó que como parte del trabajo para la preservación y conservación de las zonas montañosas, Venezuela integra la Alianza para las Montañas, una iniciativa creada en el 2002 conformada por 68 gobiernos del mundo, para promover acciones conjuntas para mejorar la vida de las poblaciones de montaña y proteger sus ecosistemas.
Además, la nación bolivariana también integra la Iniciativa Andina de Montañas, junto a otros países de la región latinoamericana, para generar políticas de conservación y monitoreo climático en la cordillera de Los Andes.
EO// Con información de: VTV