La aventura de Donkey Kong arranca en Isla Lingote, en la que un grupo de granujas conocido como la Void Company roba sus codiciados plátanos dorados, un botín que nuestro protagonista tendrá que recuperar

Donkey Kong Bananza | El nuevo juego exclusivo de Nintendo Switch 2-. Ha habido que esperar 26 años para que la leyenda de Nintendo ‘Donkey Kong’ protagonizara un juego en tres dimensiones y mundo abierto, pero la espera ha merecido la pena. ‘Donkey Kong Bananza’, en exclusiva para su nueva consola Switch 2, es exploración, acción frenética, cooperación y diversión a raudales en la mejor aventura del gorila hasta la fecha.
No es coincidencia que el equipo de desarrollo sea el mismo que el de ‘Super Mario Odyssey’ porque ‘Bananza’ tiene lo mejor de la última aventura del fontanero, pero aprovecha la mejora técnica que permite Switch 2. Un juego con enemigos inmensos a los que derrotar, una jugabilidad imparable y gráficos coloridos y preciosistas típicos de la factoría japonesa.
En este caso, la aventura de Donkey Kong arranca en Isla Lingote, en la que un grupo de granujas conocido como la Void Company roba sus codiciados plátanos dorados, un botín que nuestro protagonista tendrá que recuperar, para lo que se adentrará en un mundo subterráneo con lagunas, cañones gigantescos, la jungla, parajes helados y mil lugares mágicos por descubrir.
Te puede interesar: Cuando las plantas “hablan”, los insectos escuchan
Un escenario enorme que explorará, como no podía ser de otra manera, a ‘golpe y porrazo’ mediante sus habituales habilidades para provocar el caos: rodar, destruir, saltar o lanzar todo tipo de objetos; y en la que no estará solo, ya que contará con la ayuda de Pauline, una joven y prodigiosa cantante esencial para mejorar al protagonista y mostrar el camino.
‘Hacer el mono’ nunca fue tan divertido
Además, al recolectar ciertos materiales, Pauline podrá provocar que Donkey Kong se transforme en otros animales temporalmente para ser una cebra y correr más rápido o adoptar la forma de un avestruz y volar y lanzar bombas a sus enemigos, por ejemplo.
Una aventura loquísima en la que no hay límites físicos. De este modo, se podrá romper (literalmente) el suelo para abrir caminos escondidos bajo tierra, perforar montañas, arrancar paredes, escalar muros y destruir partes del escenario para superar obstáculos o enemigos.
Leer más: Confirman expansión de un gen que transforma bacterias
‘Donkey Kong Bananza’ es, ante todo, un título para divertirse. No hay reglas, no hay un camino fijo, no hay guiones sesudos ni diálogos relevantes. Dominar sus mecánicas de acción y destrucción es intuitivo, manejar las habilidades especiales es sencillo y avanzar en la aventura es una delicia.
Es, en definitiva, un juego divertido, muy fresco, trepidante, sin respiros, sin mayor pretensión que la de disfrutar. Y lo hace con un apartado técnico inmejorable, una música pegadiza y bailable que acompaña en todo momento y unos personajes carismáticos y entrañables que harán las delicias de niños y adultos.
Nintendo vuelve a dar en el clavo. ‘Donkey Kong Bananza’ se sitúa, por méritos propios, en el olimpo de los videojuegos, sin duda a años luz de la profundidad y la intrahistoria de ‘Zelda’, pero sí con la genialidad, simplicidad y diversión de los mejores ‘Super Mario’. Una joya para disfrutar, sin pretensiones, de principio a fin.
EO//Con información de: EFE