El Seminario Mayor San Pablo Apóstol de Maturín, a lo largo de tres décadas, ha sido el garante de la continuidad de la fe

Diócesis de Maturín conmemoró el trigésimo aniversario del Seminario Mayor San Pablo Apóstol –. Con gran júbilo, la Diócesis de Maturín conmemoró este pasado 17 de noviembre, el Trigésimo Aniversario del Seminario Mayor San Pablo Apóstol. Una casa de formación que ha sido y es el corazón palpitante de la Iglesia local, bajo el lema: «30 años formando ministros de esperanza».
El Seminario Mayor San Pablo Apóstol de Maturín, a lo largo de tres décadas, ha sido el garante de la continuidad de la fe, asegurando que la comunidad cuente con sacerdotes idóneos para la evangelización, la administración de los sacramentos y el servicio a los más necesitados. Es, en esencia, la columna vertebral para la vida espiritual y pastoral de la Iglesia en Monagas.
Recorrido de 30 Años: Una Historia de Tres Pastores
La historia del Seminario está intrínsecamente ligada al celo pastoral de sus tres obispos diocesanos, quienes han sido pilares en su fundación, consolidación y crecimiento:
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- Monseñor Antonio Ramírez Salaverría (Q.E.P.D.): Visionario y fundador, bajo cuyo pastoreo nació esta importante institución. Su legado de fe y coraje permanece en los cimientos del Seminario.
- Monseñor Diego Rafael Padrón Sánchez, hoy Cardenal, impulsó significativamente la consolidación y desarrollo del Seminario durante su episcopado en Maturín.
- Monseñor Enrique Pérez Lavado: Nuestro actual pastor y guía, quien continúa fortaleciendo la formación, adaptándola a los desafíos contemporáneos, e inspirando a los seminaristas a ser verdaderos ministros de esperanza.
Sesión Solemne y Condecoraciones
La jornada central de celebración se vivió la tarde de ayer con una Sesión Solemne realizada en la sede del Seminario. La Profesora Genilde Urbano de Lugo fue la Oradora de Orden, quien cautivó a los presentes con un discurso que resaltó el valor de la formación sacerdotal y su impacto en la sociedad monaguense. Por su valioso servicio y testimonio, la profesora Urbano de Lugo fue honrada con la Orden San Pablo Apóstol en su Primera Clase.
Además de la oradora, otras distinguidas personalidades fueron reconocidas con esta alta distinción, entre ellos, benefactores, colaboradores y miembros del personal que han dedicado gran parte de su vida al servicio de esta casa de estudios.
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La Eucaristía, Centro de la Fiesta
El punto culminante de la celebración fue la Solemne Celebración Eucarística, presidida por nuestro Obispo Diocesano, Monseñor Enrique Pérez Lavado. En el altar, concelebraron varios sacerdotes egresados de esta misma casa de formación, un testimonio vivo del fruto de estos 30 años de siembra.
La sede del Seminario, engalanada para la ocasión, acogió a un nutrido grupo de fieles, incluyendo a profesores y trabajadores de la institución. Cuya dedicación diaria es esencial para el ambiente de estudio y oración que allí se vive.
Un Llamado a la Oración por las Vocaciones
Al finalizar los actos, el Obispo Diocesano extendió una sentida invitación a todo el pueblo de Dios: a orar incesantemente por las vocaciones y, de manera particular. A ser garantes de la vida espiritual de todos los vocacionados, apoyándolos con la oración, el consejo y el ejemplo.
El Seminario Mayor San Pablo Apóstol de Maturín, con sus «30 años formando ministros de esperanza», mira al futuro con la certeza de que Dios continuará llamando a jóvenes generosos para el servicio de su Iglesia.
EO// Nota de Prensa
