Puedes optar por agua micelar, aceites limpiadores, bálsamos o leches desmaquillantes, según tu tipo de piel
Desmaquillar correctamente es el paso imprescindible para una piel sana-. Desmaquillarse es mucho más que quitar el maquillaje, es un paso fundamental y no negociable para mantener una piel sana y radiante. Dejar el maquillaje durante la noche obstruye los poros, favorece la aparición de imperfecciones y acelera el envejecimiento prematuro. Un desmaquillado correcto asegura que la piel respire y se regenere adecuadamente.
El proceso debe ser suave pero efectivo. Comienza con los ojos y los labios, utilizando un desmaquillante específico que disuelva el maquillaje sin frotar excesivamente, lo que puede irritar estas zonas delicadas. Las fórmulas bifásicas son ideales para el rímel a prueba de agua y los labiales de larga duración. Siempre utiliza discos de algodón limpios y hazlo con movimientos suaves.
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Para el resto del rostro, puedes optar por agua micelar, aceites limpiadores, bálsamos o leches desmaquillantes, según tu tipo de piel. Masajea el producto suavemente sobre la piel para disolver el maquillaje y las impurezas. Luego, enjuaga con agua tibia o retira con una toalla húmeda. Si utilizas un limpiador en gel o espuma después, asegúrate de que sea para piel seca, lo que ayudará a eliminar cualquier residuo.
Un desmaquillado completo no solo evita problemas como el acné o la opacidad, sino que también prepara tu piel para absorber mejor los tratamientos nocturnos. Haz de este paso un ritual diario y tu piel te lo agradecerá luciendo fresca, limpia y rejuvenecida cada mañana.
EO // Información de: Tienda de la piel