La exposición prolongada a dispositivos móviles sobre la piel podría provocar irritaciones
Descubre los posibles daños a la salud por llevar el teléfono móvil en el pecho

Descubre los posibles daños a la salud por llevar el teléfono móvil en el pecho – En el uso diario de dispositivos móviles, las advertencias sobre los posibles daños a la salud por guardar el teléfono en el pecho han comenzado a ganar relevancia. Expertos en salud han señalado que esta práctica, habitual para millones de personas por motivos de conveniencia o velocidad de acceso, no sería inofensiva y podría estar asociada a riesgos que merecen ser tenidos en cuenta.

Uno de los principales puntos de preocupación se centra en la exposición a la radiación de radiofrecuencia (RF) emitida por los teléfonos móviles. Esta forma de radiación electromagnética, clasificada por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer como “posiblemente carcinogénica”, aún no ha demostrado un vínculo directo con el cáncer, pero sí da lugar a indicios que han motivado investigaciones adicionales.

El doctor Alejandro Gómez, cardiólogo del Centro Médico de la Universidad, ha indicado que las ondas emitidas por los móviles pueden afectar directamente al tejido cardíaco. Según su experiencia, existe un potencial aumento del riesgo de arritmias cardíacas, especialmente en personas con antecedentes familiares o enfermedades preexistentes.

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Guardar el móvil cerca del pecho, concretamente en el bolsillo de la camisa o bajo la ropa, expone al área torácica tanto a radiaciones como a calor, dos factores que en determinadas condiciones pueden alterar la actividad normal del corazón.

El impacto no se limita exclusivamente al sistema cardiovascular. La exposición prolongada a dispositivos móviles sobre la piel podría provocar irritaciones, enrojecimiento o erupciones cutáneas, de acuerdo con la dermatóloga Ana Ramírez.

El calor que generan estos equipos en funcionamiento y la acumulación de bacterias potencian la aparición de reacciones adversas, sobre todo en personas con piel sensible o propensa al acné.

La tecnología móvil ha revolucionado la conectividad y la forma en que las personas interactúan con el entorno, pero su constante presencia junto al cuerpo genera dudas acerca de sus efectos acumulativos.

A diferencia de la radiación ionizante, las ondas emitidas por los móviles no alteran el ADN de forma directa, aunque la exposición cotidiana a estas radiaciones plantea interrogantes sobre sus posibles consecuencias a largo plazo, en especial en zonas corporales sensibles.

EO// con información de: El Aragüeño