El ácido salicílico y los antioxidantes presentes en la fresa son particularmente beneficiosos para quienes luchan contra el acné
Descubre el súper alimento para la belleza y la salud de la piel – Más allá de ser una fruta deliciosa y refrescante, la fresa se ha consolidado como un ingrediente clave en el mundo del cuidado de la piel. Sus múltiples propiedades, respaldadas por su riqueza en vitaminas, minerales y antioxidantes, la convierten en un aliado natural para mantener un cutis radiante y saludable.
El uso de la fresa, ya sea en el consumo diario o en la aplicación tópica, ofrece una variedad de beneficios dermatológicos. La fruta es una fuente excepcional de vitamina C y ácido elágico, poderosos antioxidantes que combaten los radicales libres, protegiendo las fibras de colágeno y elastina. Esta acción ayuda a prevenir y atenuar las arrugas, manteniendo la piel con un aspecto más joven y firme.
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Además, las fresas contienen ácidos alfa hidroxi (AHA) naturales, como el ácido málico y el ácido cítrico, que funcionan como un exfoliante suave pero efectivo. Estos ácidos eliminan las células muertas de la superficie de la piel, lo que se traduce en un cutis más luminoso y un tono más uniforme.
«El ácido salicílico y los antioxidantes presentes en la fresa son particularmente beneficiosos para quienes luchan contra el acné,» comenta un experto en dermatología. «Ayudan a limpiar los poros, reducir la inflamación y regular el sebo, lo que contribuye a una piel más clara y a la prevención de futuros brotes.»
EO// recopilación Web