El martes, El Aissami denunció ante el Ministerio Público lo que tildó de “megafraude” en Petróleos de Venezuela (PDVSA).

Venezuela solicitará a Panamá y San Vicente y las Granadinas la repatriación de fondos enviados a esos países en un fraude denunciado por el Gobierno por 4.850 millones de dólares en la estatal petrolera PDVSA, dijo el ministro de Petróleo, Tareck El Aissami.

“Insistiremos en solicitar la repatriación de un dinero que fue robado y no vamos a renunciar jamás a la defensa de nuestros activos”, sostuvo el ministro en un encuentro con la prensa.

El martes, El Aissami denunció ante el Ministerio Público lo que tildó de “megafraude” en Petróleos de Venezuela (PDVSA), responsabilizando por el caso al exministro Rafael Ramírez.

El funcionario entregó a periodistas copias de documentos según los cuales PDVSA habría hecho 28 pagos por un total de 4.850 millones de dólares por un crédito contraído en febrero de 2012 con la empresa privada Atlantic 17.107 A.C, sin que la estatal, según esta denuncia, recibiera el dinero del préstamo.

La línea de crédito, de acuerdo con la denuncia oficial, fue cedida por Atlantic a los “fondos” extranjeros Violet Advisors S.A. y Welka Holding Limited, con sede en Panamá y San Vicente y las Granadinas, respectivamente, y estos nuevos “acreedores” recibieron los pagos entre 2012 y 2013, según el Gobierno.

Blanco de investigaciones por corrupción desde 2017, en una ofensiva judicial que ha traído desde entonces un centenar de arrestos de exdirectivos de la compañía estatal, Rafael Ramírez calificó la denuncia como un montaje.

Las autoridades anunciaron el martes la detención del exvicepresidente de Finanzas de PDVSA, Víctor Aular, por este caso.

La Fiscalía informó en febrero de 2021 que emitió una alerta roja de Interpol para que Ramírez fuese capturado en Italia, pero ese país negó la posibilidad de extradición.

Expresidente de PDVSA (2004-2014) y exministro de Petróleo (2002-2014), Ramírez fue uno de los hombres de confianza del fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2014). Rompió a finales de 2017 con su sucesor, Nicolás Maduro, y renunció entonces al cargo de embajador de Venezuela ante la ONU.