Para Del Valle, el amor no es pasajero, espera y agradece dichos sentimientos, porque nunca te vuelves una piedra, el amor es inherente para el ser humano
Del Valle Muñoz, La Poetiza de la vida. — El amor nos compete a todos como humanos, quienes enamoran con las palabras, son aquellos capaces de desnudar el alma de otros, y Del Valle Muñoz es una mujer que con su poesía a tocado a sus lectores, en alma, mente y corazón.
Del Valle, vivió toda su niñez y adolescencia en el hermoso pueblo de Chaguaramal, siendo una niña introvertida, seria, responsable, porque al ser la mayor de 7 hermanos tuvo que madurar muy rápido, entre la soledad de sus libros, tabúes y temas controversiales.
En un principio no tuvo seguridad de su propio talento, por lo que escribía para sí misma en sus cuadernos escolares, desde su tercer año de bachillerato sintió que en la literatura estaba lo que quería hacer con su futuro.
Pero al ser del tipo de persona que antepone a los suyos decidió direccionar sus estudios a la docencia, Del Valle es para el país parte de la última promoción de bachilleres docentes del ciclo combinado Francisco Isnardi del año 1983, orgullosa de su profesión, su labor siempre fue ejercida con amor, convicción y entrega.
Lee también: Daniel Luces conquistando la carrera de la vida
Vive haciendo amistades, creciendo y desarrollándose, tuvo un hijo a temprana edad, a pesar de ser madre soltera, nunca dejó que las circunstancias definieran que sería de su futuro, valorando la vida y reconociendo que aún no era el fin, aunque estes en el suelo —o en el subsuelo— como describe de sí misma, se pudo levantar.
Es el ejemplo de que los comienzos nunca terminan, a menos que lo quieras así, nos contó la hermosa experiencia de esto cuando en un viaje en autobús conoció a “Su amor bonito”. Las experiencias la han moldeado, ella —cambió el “te amo” por un “te estoy amando” porque el amor es una lección constante— del mismo modo fue su elección nunca cerrarse a amar, porque —Se enamoraría las veces que fueran necesarias—.
A su amor bonito le dedicó este hermoso poema:
“Ni lejana, ni distante, ni callada y lastimera. Te estoy amando, no existe otra forma, quizás con la madurez de mi experiencia, con el fuego que atesoro dentro de mi cueva, todo paciente y serena, tú vales la espera, te estoy amando, bien lo sabes, no hay otra forma, a mi manera”.
Lee también: El Gran Cumaco, Música que mueve alma y corazones
Insta a todos aquellos que han tenido el llamado al mundo de la poesía, sea leyendo o escribiéndola, a “aprender a hacer haciendo” ha estado en muchos talleres para el desarrollo de la creación poética que la ayudaron a pulir sus talentos, nadie nace completamente aprendido, pero si “quieres ser” debes —creerte que lo eres— es la seguridad parte de la ayuda para ascender los peldaños a nuestras metas.
Cuando conectan con su poesía lo describe como —Algo inimaginable, una sensación de satisfacción enorme, porque le estás haciendo bien a otros ayudándolos a crecer, haciéndolos sonreír— Muñoz escribe mayormente a sus hijos, su hijo mayor es su primer crítico, sentirse capaz de emocionar a alguien, hacer que se identifique y conecte con eso no tiene precio.
Para Del Valle, el amor no es pasajero, espera y agradece dichos sentimientos, porque nunca te vuelves una piedra, el amor es inherente para el ser humano, el tiempo arcano, ayudó a curar heridas que ya se han vuelto cicatrices, ha desnudado el alma de quienes leen sus poemas, ha amado y se ha sabido amada, ha florecido, como un jardín, y es un ejemplo de que todos tenemos un poeta que espera el momento de salir a relucir.
EO // Redacción Bárbara León.