La protección solar es, sin duda, el pilar fundamental. Es vital aplicar un protector solar de amplio espectro con un SPF alto (30 o más) todos los días, incluso en días nublados

Cuidados esenciales para la piel contra el sol de verano-. El verano invita a disfrutar del aire libre, pero la exposición solar y las altas temperaturas pueden pasar factura a nuestra piel si no tomamos las precauciones adecuadas. Mantener una piel radiante y saludable durante esta estación requiere una rutina de cuidado adaptada que priorice la protección, la hidratación y la reparación.
La protección solar es, sin duda, el pilar esencial. Es vital aplicar un protector solar de amplio espectro con un SPF alto (30 o más) todos los días, incluso en días nublados. Reaplicarlo cada dos horas, o más frecuentemente si sudas o te bañas, es crucial. No olvides zonas como orejas, cuello y dorso de las manos, que a menudo se descuidan. Busca fórmulas ligeras y resistentes al agua para mayor comodidad.
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La hidratación también juega un papel clave. El sol, el viento y el cloro pueden deshidratar la piel, por lo que es importante beber abundante agua y usar cremas hidratantes ligeras con ingredientes como ácido hialurónico o glicerina. Los productos post-solares con aloe vera o pantenol son excelentes para calmar la piel después de la exposición.
Finalmente, la limpieza suave y la exfoliación moderada ayudarán a mantener los poros despejados y la piel fresca. Opta por limpiadores suaves que no resequen y considera una exfoliación ligera una o dos veces por semana para eliminar las células muertas. Con estos sencillos pasos, podrás disfrutar del verano luciendo una piel luminosa y protegida.
EO // Con información de: Universidad Autónoma de Nuevo León