El científico nipón Hiroshi Ishiguro, creador de androides hiperrealistas, abogó este viernes por el uso de avatares digitales controlados por personas con el fin de prolongar la vida laboral
Crearán avatares para trabajadores mayores o con problemas sociales en Japón. El científico nipón Hiroshi Ishiguro, creador de androides hiperrealistas, abogó este viernes por el uso de avatares digitales controlados por personas con el fin de prolongar la vida laboral.
De esa manera se podrá ayudar a individuos con dificultades sociales a encontrar trabajo ante el envejecimiento de la población en el país asiático.
«Tenemos este problema de envejecimiento en Japón. Una posible solución son los robots para ayudar a los humanos y otra el uso de avatares», explicó el investigador, uno de los pioneros en el campo de las representaciones humanas digitales, durante una rueda de prensa celebrada hoy en el Club de Corresponsales Extranjeros de Japón (FCCJ).
La propuesta de Ishiguro es incorporar avatares en tiendas, escuelas, clínicas, entre otros.
Avatares para mejorar el rendimiento de trabajo
Este tendrá el fin de que los trabajadores puedan seguir desarrollando sus labores una vez tengan dificultades de movimiento, al alcanzar la jubilación, por ejemplo.
Así como también, servirá para aquellas personas con ansiedad o problemas psicológicos.
El científico también considera que esto podría ayudar a los clientes a sentirse más cómodos compartiendo información personal o preguntando dudas.
Esto, al no tener que hacerlo con una persona, especialmente en espacios como centros médicos o clínicas.
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«Los avatares pueden ser mejores que los humanos, por ejemplo, a través de su lenguaje corporal, y tampoco necesitan entrenamiento», afirmó el científico, quien ha constatado que los japoneses prefieren avatares parecidos a personajes animados, mientras que en otros países los usuarios optan por representaciones más similares a una persona.
En uno de sus proyectos recientes, Ishiguro creó un avatar del ministro de Digitalización japonés, Taro Komo, que fue ubicado en un centro comercial de forma que pudiera responder preguntas de los ciudadanos de manera cercana pero sin tener que abandonar su oficina.
En otra ocasión y con motivo de la pandemia de coronavirus, su equipo creó un proyecto en el que un grupo de niños podían hablar con gente mayor y hacer preguntas sin que los ancianos tuvieran que salir de sus hogares.
«Personas con autismo o problemas psicológicos pueden usar avatares para comenzar a tener una conversación con la gente. El avatar puede ser el puente para este tipo de personas», concluyó Ishiguro.
EO// Con información de: Diario 2001