Fieles seguidores de la reina Isabel II, se abocaron a las calles para darle el último adios a la monarca.
El cortejo fúnebre con los restos mortales de la reina Isabel II salió este lunes del palacio real de Holyroodhouse, en Edimburgo, hasta la catedral de St. Giles, donde el ataúd permanecerá hasta que el martes sea llevado a Londres.
Por detrás del féretro, cubierto con el estandarte real de Escocia y una corona de flores, van a pie los cuatro hijos de Isabel II: el rey Carlos III, la princesa Ana; el duque de York, Andrés, y el conde de Wessex, Eduardo. El coche fúnebre va flanqueado por guardias del regimiento de Escocia.
A ambos lados de la avenida Royal Mile, por donde transita el cortejo, hay miles de personas, que desde muy temprano ocuparon sus lugares detrás de las barreras levantadas por la policía.