A diario, los distribuidores cargan la proteína de diferentes formas y al aire libre para poder pasar la frontera y llegar a Táchira

Pasar el pollo cargado al hombro o en carretillas se ha vuelto una modalidad para los distribuidores que a diario transitan por las trochas desde Colombia hacia Venezuela.

Dentro de bolsas plásticas y costales, las grandes cantidades de esta proteína que sus propietarios han ido a buscar a Colombia se han expuesto al sol, agua, tierra y sudor corporal para desbordar no sólo los mercados populares, sino también calles, avenidas y barrios del estado Táchira.

Según reseñó La Prensa del Táchira, luego de traspasar los pasos ilegales, los mayoristas lanzan las pechugas, muslos, alas, patas de pollo, y demás piezas del pollo en cavas, canastas o simplemente al maletero de un vehículo para llevarlo hasta sus lugares de origen.

El médico internista Raúl Segnini, señaló que esta forma de transportar el pollo irrepesta la cadena de frío, y el alimento deja de ser apto para el consumo humano, pues los «depósitos temporales» carecen de higiene y lo exponen a bacterias.

Advirtió que el consumo de esta proteína que pasa por trocha de ese modo implica el riesgo de contraer enfermedades como brucelosis, salmonelosis, amebiasis y parasitosis.

Segnini sugirió que «como el pollo desde Colombia se trae sin cumplir los protocolos de refrigeración y la cadena de frío. Durante el traslado en cavas, lo más frecuente es que se contamine con esas enfermedades. Así se hierva sigue con la contaminación. Lo recomendable es comprar el pollo en lugares de confianza, en casas que se sepa que los están criando o en supermercados».

EO// Con información de La Prensa del Táchira