Tener una piel radiante no es solo cuestión de genética, sino también de adoptar una rutina adecuada que se adapte a tus necesidades
Consigue una radiante piel siguiendo estos sencillos pasos-. Descubre cómo conseguir una piel envidiable y joven con estos consejos que transformarán tu rutina diaria y te ayudarán a lucir una piel saludable y luminosa. Conseguir ese brillo natural y saludable es más sencillo de lo que imaginas.
Limpieza profunda, el primer paso para el éxito. Una piel limpia es la base para que los productos que apliques después funcionen correctamente. Lava tu rostro dos veces al día, por la mañana y por la noche, con un limpiador suave que elimine impurezas, grasa y restos de maquillaje sin resecar. Opta por productos adecuados a tu tipo de piel, ya sea seca, grasa, mixta o sensible.
La hidratación no es negociable. Independientemente de tu tipo de piel, mantenerla hidratada es clave para ese efecto radiante. Aplica una crema hidratante ligera en la mañana y una más rica por la noche. No olvides usar un suero con ácido hialurónico para potenciar los niveles de hidratación y evitar que la piel se vea opaca.
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La exfoliación, tu mejor aliada. Exfoliar tu piel al menos una o dos veces por semana ayudará a eliminar células muertas, destapar poros y promover la regeneración celular. Esto no solo mejora la textura de la piel, sino que también le da un brillo inmediato. Apuesta por exfoliantes suaves con ácidos como el láctico o glicólico si buscas un efecto más profesional sin dañar la barrera cutánea.
Protege tu piel del sol todos los días. Un protector solar de amplio espectro es esencial para prevenir manchas, envejecimiento prematuro y daños por rayos UV. Aplícalo cada mañana, incluso en días nublados o si estás en interiores, y reaplica cada dos horas si estás expuesta al sol directamente. Nutre tu piel desde adentro. Una dieta rica en antioxidantes, vitaminas y minerales hará maravillas por tu piel. Consume alimentos como frutas, verduras, nueces y pescado rico en omega-3 para promover una piel más sana y luminosa. Además, bebe suficiente agua para mantener tu piel hidratada desde el interior.
Duerme lo suficiente. El sueño es el momento en el que la piel se regenera. Dormir al menos 7 u 8 horas cada noche ayuda a que la piel se recupere del estrés diario y evita que luzca cansada. Agrega un toque de luminosidad con mascarillas. Las mascarillas iluminadoras, especialmente las de ingredientes naturales como miel, cúrcuma o vitamina C, pueden ser ese extra que necesitas para un brillo inmediato. Dedica al menos 15 minutos una vez a la semana para consentir tu piel con ellas.
EO//Con información de Vanidades