Esta patología hepática es la más frecuente en el mundo, ya que afecta a 1 de cada 3 adultos y al 10% de la población infantil
Conozcamos la detección previa del hígado graso.- El hígado graso no alcohólico es una patología silenciosa, generalmente se detecta en un estado avanzada. Su diagnóstico suele ser engorroso, pero no indetectable.
Una vez que se descubre a tiempo se pueden revertir sus efectos o, al menos, detener su avance. Pero para ello hay que conocerla. Esta patología hepática es la más frecuente en el mundo, ya que afecta a 1 de cada 3 adultos y al 10% de la población infantil. Sin embargo, la mayoría de los afectados lo desconocen.
Su detección precoz es vital, ya que la misma está plenamente ligada a la diabetes y obesidad. En la mayor parte de los casos, se estima que tiene su origen en el exceso de grasa abdominal de las personas obesas, que también se acumula en el hígado.
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Herramientas para la detección precoz
El diagnóstico único y certero de esta patología es la realización de una biopsia hepática, pero se procura evitar esta técnica porque es muy invasiva. Por suerte, existen herramientas que, aunque no ofrecen un 100% de seguridad, proporcionan un diagnóstico aproximado. El uso de varias de ellas puede aumentar la fiabilidad.
David Martínez Selva, investigador de del grupo de Diabetes y Metabolismo del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR), indicó: “Durante los últimos años se han desarrollado diferentes técnicas para intentar realizar un diagnóstico de esta enfermedad”.
Asimismo, existen parámetros fáciles de medir a partir de los cuales se puede ir afinando el diagnóstico con métodos más específicos. Como la medición en niveles de triglicéridos circulantes, los niveles de colesterol HDL, la concentración de glucosa, la presión arterial y el índice de masa corporal (IMC).
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¿Por qué es tan importante la detección precoz?
- Si no se aplica una detección precoz, podemos sufrir problemáticas, cómo:
- Una fase en la que solo hay acumulación de grasa en el hígado, que se denomina esteatosis hepática.
- A la acumulación de grasa se añade la aparición de inflamación. Es lo que se llama esteatohepatitis.
- Con el paso del tiempo, se produce un daño adicional en la estructura del hígado, que se traduce en lo que se conoce como fibrosis.
- La fibrosis progresa a cirrosis, que puede conducir a la aparición de cáncer hepático.
Un proceso lento en el que el hígado se deteriora progresivamente. En las primeras etapas es posible contenerlo (y a veces revertir) el deterioro. Sin embargo, en las últimas ya solo caben soluciones de rescate, como el trasplante de hígado.
EO// Información de: Cuídate Plus