El biocarbón o biochar es el nombre que recibe el carbón vegetal cuando es empleado como enmienda para el suelo
Combatiendo el cambio climático y regenerando suelos con biocarbón en Venezuela – En la región donde desapareció el último glaciar de Venezuela, un grupo de agricultores y científicos está utilizando el biocarbón para combatir el cambio climático y regenerar los suelos agrícolas.
El Centro Interamericano de Desarrollo e Investigación Ambiental y Territorial (Cidiat) de la Universidad de Los Andes (ULA) y la cooperativa La Lucha 007 del municipio Santos Marquina están trabajando juntos en el proyecto agroecológico La Mucuy, donde se produce abono bocachi, sustrato y biocarbón como enmiendas para el suelo.
Edgardo Rodríguez, coordinador de la cooperativa La Lucha 007, explicó que el biocarbón tiene propiedades que retienen la humedad y acogen microorganismos, lo que lo hace ideal para mejorar la salud del suelo. Además, el biocarbón también funciona para combatir el cambio climático secuestrando carbono en el suelo.
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Luis Sandia, director del Cidiat, señaló que el propósito de estos proyectos es minimizar el uso de fertilizantes químicos en la producción agrícola, lo que a su vez ayuda a combatir el cambio climático y a obtener alimentos más saludables.
El biocarbón o biochar es el nombre que recibe el carbón vegetal cuando es empleado como enmienda para el suelo. Es decir, es biomasa de origen vegetal procesada por medio de la pirólisis. Este uso del carbón se está investigando como una forma de secuestrar carbono para reducir las emisiones de dióxido de carbono.
La experiencia de La Mucuy demuestra que el biocarbón puede ser una herramienta eficaz para combatir el cambio climático y regenerar los suelos agrícolas. Se espera que este proyecto pueda ser replicado en otras regiones de Venezuela y del mundo.
El biocarbón es una alternativa sostenible a los fertilizantes químicos.
El uso del biocarbón puede ayudar a combatir el cambio climático secuestrando carbono en el suelo.
El biocarbón mejora la salud del suelo y aumenta la productividad de los cultivos.
Este proyecto es un ejemplo de cómo la ciencia y la agricultura pueden trabajar juntas para encontrar soluciones sostenibles a los problemas ambientales.
EO // Con información de: Radio Fe y Alegría