Para entender esta intervención, avanzan los especialistas, hay que contextualizar que el dolor tiene tres componentes: el sensitivo, el cognitivo y el afectivo
Cirugía del sufrimiento, una técnica contra el dolor crónico – El dolor neuropático crónico puede ser debilitante y afectar significativamente la calidad de vida. Afortunadamente, el Hospital del Mar ha desarrollado una innovadora técnica quirúrgica que ofrece esperanza a quienes sufren de este padecimiento.
Como José Conejero, de 37 años. Él es el sexto paciente en someterse a esta técnica en el Mar. EL PAÍS lo acompaña durante todo el proceso, incluida la intervención, el pasado 24 de julio, en un quirófano del hospital barcelonés. Un par de meses antes cuenta su caso en una salita del centro sanitario: odontólogo de profesión, un accidente en el mar mientras hacía surf en las playas de Costa Rica le provocó una tetraplejia; de este cuadro clínico se fue recuperando y, aunque ya no puede ejercer su trabajo y no ha recuperado el 100% de movilidad, ha logrado ser autónomo. Su gran padecimiento, sin embargo, fue a raíz de una caída durante la rehabilitación: el golpe le provocó una fractura en un dedo del pie que se acompañó con un dolor insoportable, 24 horas y para siempre, cuenta: “Es un dolor similar al que puedes tener cuando te golpeas el pie con la esquina de una mesa y se te queda” así, con esa intensidad, todo el tiempo.
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El componente afectivo del dolor
Las neurocirujanas Gloria Villalba y Nazaret Infante practican una cirugía de estimulación cerebral profunda a José Conejero, un paciente con dolor crónico, en un quirófano del Hospital del Mar de Barcelona. Para entender esta intervención, avanzan los especialistas, hay que contextualizar que el dolor tiene tres componentes: el sensitivo, que identifica la intensidad del dolor; el cognitivo, que describe cómo de catastrófico uno piensa que es; y el afectivo, que apunta a cómo le afecta y qué importancia tiene ese dolor en su vida.
Todos los tratamientos fallidos, desde los analgésicos hasta la técnica de estimulación cortical (también es una cirugía. Pero menos invasiva que la DBS) que se intenta antes de llegar a esta última operación, van dirigidas al componente sensitivo, a intentar rebajar esa intensidad de dolor. Sin embargo, en este nuevo abordaje terapéutico. Los especialistas del Hospital del Mar ponen el punto de mira en las otras dos aristas: por un lado, se hace una psicoterapia previa y posterior a la cirugía. Terapia de aceptación y compromiso. — Para trabajar el componente cognitivo; y para modular la parte afectiva. Se realiza la estimulación cerebral profunda en el cíngulo anterior dorsal.
EO /// con información de: 800 Noticias