Científicos comprueban que n objeto cae del espacio cada día

Según Jonathan McDowell, astrofísico del Smithsonian Institute, actualmente al menos un objeto cae a la Tierra cada día. Lo que solía parecer excepcional empieza a ser rutina
Científicos comprueban que n objeto cae del espacio cada día

Científicos comprueban que n objeto cae del espacio cada día – Era una mañana tranquila en el oeste de Texas cuando Ann Walter vio algo insólito desde su ventana: un enorme objeto descendía lentamente del cielo, sostenido por un paracaídas blanco de casi nueve metros. Lo que cayó en el campo de trigo vecino resultó ser un equipo científico de la NASA, del tamaño de un todoterreno, parte de una misión lanzada desde Nuevo México.

«Es una locura, porque cuando estás en el suelo y ves algo en el aire, no te das cuenta de lo grande que es», comentó Walter sobre este hallazgo inusual.

Si bien no era basura espacial en sentido estricto –sino un instrumento aún útil–, su aterrizaje no programado fue otra señal de que el cielo se está llenando de cosas que ya no deberían estar allí.

La anécdota de Walter, reseñada por DW, coincide con una preocupación creciente: lo que alguna vez fue dominio exclusivo de astronautas y satélites, ahora parece una autopista desordenada de chatarra orbital. Y parte de esa chatarra ya no se queda arriba: comienza a «llover».

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Por ejemplo, recientemente, en Australia Occidental, mineros encontraron en una carretera desértica un enorme trozo de lo que casi con certeza es un tanque de cohete –posiblemente de origen chino– aún humeante tras su reentrada a la atmósfera. Hace apenas un año, un trozo de 725 gramos de la Estación Espacial Internacional perforó el techo de una casa en Florida.

Poco después, otro fragmento de 45 kg de una cápsula SpaceX terminó en una granja canadiense. Y no es un caso aislado: hay reportes de piezas similares apareciendo en Argentina, en campos de ovejas australianos y, ahora, en los cultivos de trigo texanos.

Y no por nada. La órbita terrestre baja –donde operan la mayoría de los satélites– se ha convertido en un territorio cada vez más congestionado de fragmentos metálicos y piezas obsoletas. Según la Agencia Espacial Europea (ESA), las redes de vigilancia rastrean actualmente unos 40.000 objetos, de los cuales cerca de 10.200 permanecen activos.

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No obstante, se estima que hay aproximadamente 50.000 fragmentos de más de 10 cm, 1,2 millones de más de 1 cm, 130 millones de más de 1 mm y quizá hasta 2 billones de partículas mayores de 0,1 mm.

Estos fragmentos son demasiado pequeños para rastrear, pero lo bastante peligrosos para destrozar un satélite. Por ejemplo, uno de apenas un centímetro «tiene la energía de una granada de mano», según explicó Tiago Soares, de la Oficina de Espacio Limpio de la ESA, a DW.

SpaceX, por ejemplo, tuvo que realizar 144.404 maniobras de esquiva solo en la primera mitad de 2025, lo que equivale a una cada dos minutos. Esto no solo gasta combustible y acorta la vida útil de los satélites, también amenaza servicios clave como el GPS, la predicción del clima o la respuesta ante desastres naturales.

EO// con información de: DW