En la ciudad capital del estado Monagas, específicamente en el sector Centro se encuentra un puesto ambulante, donde tienen más de 34 años de tradición realizando las mejores chichas de la referida zona
Chicheros de Maturín afirman que su negocio es rentable para el sustento familiar. La chicha es un bebida tradicional de Venezuela, el cual es preparada a base de arroz o pasta, por lo cual las familias maturineses han optado por emprender su propio negocio de tal manera que se le han agregado ingredientes extras para brindar un producto único y adaptado a los gustos de la población.
En la ciudad capital del estado Monagas, específicamente en el sector Centro se encuentra un puesto ambulante, donde tienen más de 34 años de tradición realizando las mejores chichas de la referida zona.
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Alberto José Ravel, afirmó que este es un negocio el cual ejecuta en conjunto con su familia desde sus inicios y lo a llevado a ser un punto referencial al momento de cualquier personas que desee adquirir esta bebida.
De igual manera, comentó que decidió emprender en este negocio ya que necesitaba poder tener más ingresos y llevar el sustento familiar.
Además, acotó que gracias a este negocio pudo obtener su casa propia, es decir que este emprendimiento le ha brindado grandes logros en lo personal.
Mencionó que tiene clientes fijos que siempre lo visitan, como igual existen nuevos que al probar su producto vuelven hasta el lugar donde esta ubicado.
La chica es posible encontrarla en otros sectores de la ciudad, aunque ya no son tantos como este antiguo carrito que lleva por nombre «Chicha La Deliciosa».
Se puede decir que este es uno de los oficios, de los cuales han sobrevivido pesé a las situaciones presentadas en el día a día del monaguense, tal el es el caso de Ravelo quien inició su negocio independiente a los 24 años de edad, desde el año 1985 ya han pasado 34 años, convirtiéndose en un negocio familia, ya que comparte las ocupaciones con su esposa y uno de sus hijos.
“Gano bien pero trabajo duro. Conseguir la leche, el azúcar y el arroz ya es algo normal, antes todo se me complicaba en vista de que era muy difícil obtener los ingredientes, y en pandemia más aun ya que vivo en la toscana y no podía trasladarme al Centro de Maturín, pero aun así no perdí la fe y me mantuve como pude», indicó.
Por otro lado, expresó que se esfuerza a diario debido a que es un negocio rentable, debido a que tiene una venta de más de 120 vasos de chichas, en un horario de lunes a sábado de 7:30 de la mañana hasta las 4:30 de la tarde.
EO//Redacción: Lixett Santil