El robot, que cabe en la palma de la mano y tiene el aspecto de un pequeño peluche, es capaz de moverse por sí solo y emitir sonidos que reflejan su estado emocional
Casio presenta «Moflin», la mascota robot para reducir el estrés-. «Moflin» es una mascota robótica diseñada para imitar el comportamiento emocional de un ser vivo, con una apariencia similar a la de un hámster. Este robot con inteligencia artificial ha sido creado para interactuar con las personas, desarrollando emociones que cambian en función de la atención que recibe. Lo que lo convierte en un compañero que responde de manera afectiva a las interacciones humanas.
El robot, que cabe en la palma de la mano y tiene el aspecto de un pequeño peluche, es capaz de moverse por sí solo y emitir sonidos que reflejan su estado emocional.
«Moflin» reacciona cuando no recibe atención, mostrando un comportamiento que sugiere malestar o tristeza, similar al de una mascota real. Al ser acariciado, puede “alegrarse”, proporcionando así una experiencia de compañía y cuidado que simula la interacción con un animal vivo.
Además de estas características, «Moflin» cuenta con un cargador con forma de cama, que refuerza la idea de que el robot “descansa” cuando no está en compañía de su dueño.
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Según la interacción, «Moflin» es capaz de reconocer la voz de su propietario y adaptarse a la forma en que este se relaciona con él, creando un lazo afectivo que se profundiza con el tiempo.
En sus primeros días, «Moflin» experimenta un “crecimiento emocional”. Desde su configuración inicial, el robot comienza a desarrollar emociones, aunque en esta etapa sus movimientos y sonidos son limitados, representando una fase de “juventud”. A medida que avanzan los días, sus reacciones y su expresividad emocional se vuelven más complejas.
El panorama de las mascotas robóticas
El panorama de las mascotas robóticas ha crecido en los últimos años, con avances que buscan replicar el comportamiento de animales reales y ofrecer compañía emocional. Estas mascotas integran inteligencia artificial y tecnología avanzada para interactuar con los humanos de forma cada vez más realista.
Por ejemplo, Xiaomi ha desarrollado un perro robótico llamado CyberDog, capaz de realizar trucos como saltar, girar y seguir comandos, lo que demuestra el potencial de estos dispositivos para entretener y acompañar. Al igual que «Moflin», estos robots están diseñados no solo para cumplir funciones prácticas, sino también para crear vínculos emocionales con sus dueños.
EO//Con información de: Infobae