Su estrategia fue tan brillante como sencilla: modificarla para que devorara porfirano, un nutriente exótico derivado de las algas marinas

Bacteria diseñada abre puertas a terapias microbianas revolucionarias – ¿Imaginan un futuro donde una bacteria sea aliada contra las dolorosas piedras en el riñón? Lo que antes parecía imposible, hoy se acerca a la realidad, marcando un hito en el ambicioso campo de las terapias microbianas.
La promesa de manipular el microbioma intestinal para combatir enfermedades ha chocado, hasta ahora, con un muro: la dificultad de que las bacterias diseñadas colonicen nuestro intestino de forma estable.
Investigadores de la Universidad de Stanford, señaló EFE, dieron un paso audaz. En ensayos con modelos animales y, crucialmente, en las primeras pruebas con humanos, lograron que bacterias intestinales artificiales, específicamente diseñadas para combatir los cálculos renales, se asienten con éxito en el microbioma.
El avance rompe barreras, pues muchas investigaciones previas, prometedoras en animales, se desvanecían en la clínica precisamente por esa colonización irregular.
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Terapias microbianas revolucionarias: Phocaeicola vulgatus
El equipo de Stanford centró su genio en una bacteria intestinal común: la Phocaeicola vulgatus.
¿Por qué el porfirano? Porque rara vez es consumido por los microbios de las poblaciones occidentales; apenas un 2% del humano alberga bacterias con esa capacidad.
Esto crea un nicho ecológico casi virgen, un espacio privilegiado para que una cepa manipulada florezca sin competencia, como un pionero en tierra fértil.
En trabajos anteriores, estos científicos ya habían demostrado que ajustar los niveles dietéticos de un prebiótico de porfirano podía esculpir un entorno ideal, permitiendo una colonización bacteriana estable y controlable, capaz de revertirse cuando fuera necesario.
Con esta base, crearon una cepa de P. vulgatus metabolizadora del porfirano, ahora con la misión de descomponer el oxalato, el principal culpable detrás de los recurrentes cálculos renales.
EO// con información de: El Nacional