Las personas autónomas pueden actuar conforme a valores éticos, discernir entre opciones complejas y evaluar información crítica

Autonomía Personal: Cimientos de sociedades activas y responsables.- La autonomía personal va más allá de una simple independencia individual; es aquella base vital que construye ciudadanías en sociedades democráticas complejas.
Es un desarrollo consciente de la libertad, en la toma de decisiones informadas sobre la propia vida, asumiendo rotundamente sus consecuencias. Inclusive, forma parte de ese primer paso en la participación colectiva.
Las personas autónomas pueden actuar conforme a valores éticos, discernir entre opciones complejas y evaluar información crítica, no precisamente por imposición externa. Se diferencia entre la obediencia cegada de las normas y la comprensión de sus propósitos, en la contribución del orden social justo y legítimo.
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Nutriendo esa capacidad de la defensa de derechos propios, respetando los ajenos con convicción. La verdadera autonomía va de la mano con la conciencia de que el bienestar propio está inseparablemente con el bienestar común. Convirtiéndonos en seres responsables con la esencia de la reciprocidad ciudadana.
La práctica diaria de la autonomía se expresa en múltiples puntos de una buena ciudadanía. Si asumimos las riendas de vida propia, en un marco contributivo, sumamos puntos para mantener una sociedad funcional y solidaria.
El requerimiento vital para construir una colectividad de individuos libres, que aporten, cooperen, respeten y trabajen en equipo, es esa hacer uso de ese antídoto contra la dependencia, manipulación y pasividad.
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Si cultivamos una autonomía responsable, trazamos un camino hacia la ciudadanía activa, plena y plenamente democrática. Siendo esta un ejercicio de la libertad en conciencia colectiva.
EO// Redacción Víctor Hugo Rodríguez