Podemos estar conscientes de que muchas veces hemos escuchado que ser agradecido ayuda a ver situaciones de la vida desde una perspectiva siempre positiva, que nos ayuda a siempre atraer todo lo bueno; y déjame decirte que es así, agradecer a Dios, a quienes hacen algo bueno o malo por ti, es un acto de amor propio

Agradecer es un acto de amor propio-. Pero, te preguntarás: ¿Por qué un acto de amor propio?, pues agradecer a la vida por todo, levantarte en las mañanas y decir gracias Dios por este nuevo despertar, nos ayuda a fortalecer nuestra salud mental, conectar con esa paz interior que tan bien nos hace caminar tranquilos sin pesos ni remordimientos.
Leer más: La empatía: El valor que nos enseña a comprender y sentir los sentimientos de los demás
Practicar la gratitud ofrece numerosos beneficios psicológicos, como la reducción del estrés, la mejora del estado de ánimo, y el fortalecimiento de relaciones. Investigaciones científicas respaldan estos efectos, mostrando que la gratitud puede promover cambios cerebrales positivos y aumentar la resiliencia.
La gratitud es un acto que debemos practicar todos los días de nuestras vidas, quizás dirás que es muy fácil decirlo, pero no hacerlo cuando atraviesas episodios incómodos o dolorosos, no es fácil volverlo rutina, sin embargo, sí se puede lograr, practícalo desde hoy y verás cambios en tus sentimientos, en tu pensar, sentirás tanta paz cuando algo que te perturbaba, ya no, porque decidiste agradecer por ese aprendizaje en vez de seguir viéndolo como parte negativo en tu existencia.
Las personas agradecidas son más felices y están más satisfechas con su vida, sus amistades, su familia, su comunidad, etc …
EO// Redacción de: Lcda. Carlenis Avendaño
