Smoky salvó a 250 soldados y es el primer perro de terapia

Estás en Filipinas, en plena Segunda Guerra Mundial. Los japoneses bombardean constantemente tu aeródromo. Y necesitas urgentemente establecer comunicaciones pasando cables bajo la pista de aterrizaje, 21 metros a través de un tubo de apenas 20 centímetros de diámetro
Smoky salvó a 250 soldados y es el primer perro de terapia

Smoky salvó a 250 soldados y es el primer perro de terapia-. Cavar una zanja tomaría tres días. Expondría a 250 soldados a fuego enemigo constante. Cuarenta aviones quedarían vulnerables.

¿Cuál fue la solución? Una Yorkshire Terrier de 2 kilos llamada Smoky.

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Había sido encontrada meses atrás en una trinchera abandonada en Nueva Guinea. Desnutrida, con el pelaje maltratado. El cabo Bill Wynne la compró por dos libras australianas a un compañero. Desde entonces, Smoky lo acompañaba a todas partes, incluso en 12 misiones de combate aéreo.

Ese día de enero de 1945, ataron una cuerda al collar de Smoky. Wynne la llamó desde el otro lado del tubo oscuro, estrecho, aterrador. La pequeña yorkie, con solo 17 centímetros de altura, corrió a través de esos 21 metros sin dudar. Con la cuerda, los soldados pudieron pasar los cables de comunicación.

Misión cumplida. Doscientos cincuenta hombres a salvo. En minutos.

Pero, la historia de Smoky no termina ahí. Cuando Wynne contrajo dengue y fue hospitalizado, las enfermeras notaron algo: cada vez que Smoky visitaba a los soldados heridos, sus rostros se iluminaban. La moral se elevaba.

Las enfermeras comenzaron a llevarla de cama en cama. Smoky ejecutaba trucos que Wynne le había enseñado, «moría» cuando él hacía bang con los dedos, luego “resucitaba” ante su orden. Todos querían abrazarla.

Smoky se convirtió en el primer perro de terapia documentado de la historia. Después de la guerra, ella y Wynne visitaron hospitales durante 12 años más, llevando alegría a miles de veteranos.

Smoky falleció en 1957, a los 14 años. Hoy tiene monumentos en Estados Unidos y Australia. Pero su verdadero legado está en cada perro de terapia que alegra un hospital.

¿Sabías que los perros tienen trabajos espirituales?

El trabajo espiritual del perro se asocia con ser un protector energético, un guía y un maestro del amor incondicional. Su misión es absorber y transmutar las energías negativas de las personas y sus hogares, acompañar en momentos de tristeza y fomentar la conexión con el presente, la lealtad y el amor puro. Para ayudarles en esta labor, se les debe ofrecer cariño y afecto para ayudarles a procesar y liberar esas energías. 

Es cierto, cuando te das cuenta de que tu perrito se siente triste por ti o alegre, cuando te buscan y se acuestan a tu lado para darte amor, si te sientes mal, te acompañan a todas partes para que te sientes protegido y nunca solo.

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