En el estudio elaborado en células humanas y en ratones, se concluye que el veneno de abeja también podría tener aplicaciones médicas terapéuticas en enfermedades en las que las venas y arterias no funcionan bien

Un estudio demuestra que el veneno de abeja altera el sistema vascular del cuerpo-. Un estudio internacional ha demostrado que el veneno de abeja, la apitoxina, altera el funcionamiento de los vasos sanguíneos, es decir, del sistema vascular del cuerpo, lo que puede ser perjudicial en algunos casos, pero también puede tener un potencial terapéutico.
Liderado por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), en España, este estudio, publicado en la revista Toxicological Sciences de la Sociedad de Toxicología de Estados Unidos, evidencia que la apitoxina puede ser perjudicial para las células de los vasos sanguíneos, ya que hace que estos se dilaten menos, incluso en dosis pequeñas.
Según informa la UAB, en el estudio, sin embargo, elaborado en células humanas y en ratones, se concluye que el veneno de abeja también podría tener aplicaciones médicas terapéuticas en enfermedades en las que las venas y arterias no funcionan bien.
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La melitina, el principal componente del veneno de abeja
La apitoxina es una mezcla de moléculas bioactivas que tiene la melitina como principal componente, y su potencial terapéutico es cada vez más reconocido en algunas condiciones, pero su aplicación se ve limitada por cuestiones de seguridad.
Más allá del choque anafiláctico y fallo renal, la picadura de abeja (Apis mellifera L.) se ha asociado también a daños cardiovasculares, especialmente en casos de envenenamiento como resultado de un gran número de picadas.
Su efecto sobre el sistema vascular, sin embargo, que comprende el sistema cardiovascular y el linfático, no ha sido suficientemente explorado.
En este estudio, el equipo de investigación ha analizado el impacto de la apitoxina y la melitina en células humanas endoteliales, que recubren la pared interna de los vasos sanguíneos y de los linfáticos, y células de músculo liso, así como sobre la arteria aorta en ratones.
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Los hallazgos revelan que ambos compuestos impactan en la viabilidad celular y la capacidad de relajación endotelial, lo que provocan una menor dilatación de los vasos sanguíneos.
El estudio muestra que la melitina representa casi la mitad del veneno de abeja, concretamente un 43,8 % pero, a pesar de ser el componente más relacionado con los efectos tóxicos, no actúa exactamente igual que el veneno, lo que indica que hay otras sustancias de la apitoxina que también contribuyen.
EO//Con información de: Infobae
