Las cifras de accidentes de tránsito que involucran a peatones son un recordatorio de que la seguridad vial comienza con la atención individual
Un cruce seguro es más que un paso, es una responsabilidad-. Cruzar la calle es una de las acciones más cotidianas, un acto que realizamos sin pensar. Sin embargo, este simple paso es un punto de alta vulnerabilidad.
Debemos tener en cuenta que la principal amenaza de cruzar no siempre viene de un conductor imprudente, sino de nuestra propia distracción. El uso de teléfonos móviles y el uso de auriculares con volumen alto aíslan al peatón de su entorno, haciéndole ignorar sonidos vitales como bocinas, motores o las advertencias de otras personas.
Asimismo, bajar la vista por un segundo o no escuchar una alarma puede ser la diferencia entre llegar a salvo al otro lado de la acera y un accidente grave.
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Para poder reducir accidentes y ser unos ciudadanos seguros y preventivos, es necesario saber detenerse en el borde de la acera, además de mirar a ambos lados incluso si la calle es de un solo sentido, y claramente obedecer al semáforo, siempre esperar la luz verde para así poder llegar al otro lado de la calle.
Por lo tanto, la seguridad vial no es solo responsabilidad del conductor; es un compromiso de todos los ciudadanos. Como peatones, tenemos el deber de actuar con responsabilidad, paciencia y previsión.
EO// Redacción: Victor Rojas