La represión comenzó en el sector de Villaflora, cuando los manifestantes intentaban avanzar hacia el parque El Arbolito

La crisis social en Ecuador se intensifica con nuevas protestas contra el gobierno de Noboa –. Ecuador atraviesa convocantes movilizaciones sociales. Las calles de Quito y otras ciudades del país se han convertido en escenario de enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad. En el marco del paro nacional convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie). Las medidas económicas del presidente Daniel Noboa, son fuertemente cuestionadas por varios sectores del país.
Lo que comenzó como una protesta por la eliminación del subsidio al diésel se ha transformado en un movimiento amplio de rechazo al gobierno del presidente Daniel Noboa, que enfrenta crecientes cuestionamientos por su manejo de la crisis económica, la represión policial y su propuesta de una nueva Asamblea Constituyente.
Este domingo 12 de octubre, día en que tradicionalmente se conmemora la resistencia de los pueblos originarios, cientos de personas se movilizaron en el centro de Quito. La marcha, convocada por organizaciones indígenas, ambientalistas y animalistas, buscaba expresar su oposición al gobierno, pero terminó siendo dispersada por la Policía Nacional con gases lacrimógenos.
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La represión comenzó en el sector de Villaflora, cuando los manifestantes intentaban avanzar hacia el parque El Arbolito, punto emblemático de las protestas en la capital ecuatoriana. Las fuerzas del orden justificaron su intervención en la necesidad de “mantener el orden público”. Mientras los líderes indígenas denunciaron un “uso desmedido de la fuerza” y una “política guerrerista” por parte del Ejecutivo.
El presidente de la Conaie, Marlon Vargas, condenó los hechos y responsabilizó directamente al gobierno por los actos de violencia. “El derecho a la protesta es legítimo y está protegido por la Constitución”, afirmó.
Vargas señaló además que “la represión no trae paz, solo profundiza la indignación y fortalece la resistencia del pueblo”. En referencia al amplio descontento social que ya se extiende más allá de las comunidades indígenas. En las pancartas, los manifestantes respondían al discurso oficial que los tildaba de “terroristas” con consignas como “Somos madres, no terroristas” y “El pueblo no se rinde”.
EO// con información de: El Universal
