Durante el impacto, estas gigantescas masas distorsionan el universo y generan un “sonido” cósmico que viaja a través del espacio, similar a la vibración de una campana golpeada

“Sonido” en el espacio y colisión de agujeros negros confirman predicción de Stephen Hawking –. En 1971, Stephen Hawking propuso una idea revolucionaria que hoy recibe una de sus pruebas más contundentes. El área del horizonte de sucesos de un agujero negro la frontera que marca el punto sin retorno nunca puede disminuir.
Esto significa que, cuando dos agujeros negros se fusionan. El objeto resultante debe poseer un horizonte de sucesos con un área mayor que la suma de los dos originales.
Esta predicción fue confirmada gracias a la detección de ondas gravitacionales, las débiles ondulaciones del espacio-tiempo que se producen cuando dos agujeros negros colisionan.
¿Cómo captaron la colisión de los agujeros negros?
El fenómeno fue registrado por el Observatorio de Ondas Gravitacionales por Interferometría Láser (LIGO) y publicado en la revista Physical Review Letters. El evento, bautizado GW250114, se produjo a comienzos de año y permitió captar por primera vez estas ondas.
Los datos revelaron que los dos agujeros negros tenían entre 30 y 35 veces la masa del Sol y giraban a cerca de 100 revoluciones por segundo. Apenas milisegundos después de la fusión, el agujero negro final alcanzó un estado estable, confirmando que el área total de su horizonte de sucesos había aumentado, tal como predijo Hawking.
Leer también: Facebook enfrenta millonaria demanda y pagara a algunos usuarios
El astrofísico Maximiliano Isi, del Instituto Flatiron en Estados Unidos y coautor del estudio, destacó que este hallazgo conecta la relatividad general con la física cuántica. “Estos resultados demuestran que la relatividad general sabe algo sobre la naturaleza cuántica de los agujeros negros. La información o entropía implicada tiene implicaciones teóricas muy profundas”.
La búsqueda de ondas gravitacionales comenzó en 1915, cuando Albert Einstein predijo su existencia en la teoría de la relatividad general. Sin embargo, él mismo creía que serían demasiado débiles para ser detectadas.
Décadas después, en 1963, el matemático neozelandés Roy Kerr describió los agujeros negros como objetos sorprendentemente simples, definidos por una sola ecuación.
Más tarde, Hawking añadió su propio teorema, una versión de la segunda ley de la termodinámica que afirma que la entropía medida del desorden de un sistema solo puede aumentar o, en el mejor de los casos, permanecer constante.
Finalmente, el astrofísico Isi, enfatiza, “estas mediciones muestran procesos que hasta hace poco solo podíamos imaginar y confirman el enorme progreso que hemos alcanzado para explorar los fenómenos más extremos del cosmos”.
EO// con información de: NTN24
