La crisis del fentanilo es un desafío de salud pública en EE. UU.

La adicción al fentanilo ha transformado comunidades enteras. En redes sociales, se han viralizado videos de personas que, bajo los efectos de la droga, parecen estar en un estado similar al de un «zombie»

La crisis del fentanilo es un desafío de salud pública en EE. UU. – El fentanilo, un opioide sintético 50 veces más potente que la heroína, ha desencadenado una grave crisis en Estados Unidos que afecta a grandes ciudades. Este problema no solo es un tema central de salud pública, sino que también ha escalado hasta convertirse en un argumento clave en la política exterior, especialmente en el contexto de las relaciones comerciales con países como México y China.

Aunque Estados Unidos importa fentanilo de uso médico legalmente desde China, el problema real reside en el mercado ilícito.

Según la DEA, el suministro ilícito de fentanilo se origina en China. Inicialmente, la droga se enviaba directamente a EE. UU., pero la ruta ha evolucionado.

Actualmente, grandes envíos de precursores químicos para fabricar fentanilo se envían desde China a México. Allí, la sustancia se procesa en laboratorios clandestinos y se contrabandea a través de la frontera hacia EE. UU., donde alimenta el mercado negro.

Videos de los efectos

La adicción al fentanilo ha transformado comunidades enteras. En redes sociales, se han viralizado videos de personas que, bajo los efectos de la droga, parecen estar en un estado similar al de un «zombie» en las calles de ciudades como Filadelfia, Washington, y Nueva York. Este fenómeno visual es una cruda muestra del deterioro social y la desesperación que subyace en la crisis.

Las autoridades han intensificado sus esfuerzos para combatir este problema:
Recientemente, el FBI reportó un decomiso récord de fentanilo, confiscando 1,500 kilogramos de la droga. El director del FBI, Kash Patel, señaló que esta cantidad equivale a suficientes dosis letales para causar la muerte de más de 113.8 millones de personas, lo que resalta la magnitud del problema.

Por su parte, la directora de la DEA, Anne Milgram, ha promovido campañas de concienciación y ha visitado a familias que han perdido a seres queridos a causa del fentanilo, subrayando la urgencia de educar a la población sobre los peligros de esta sustancia.

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En un momento de profunda decadencia social, la crisis del fentanilo es un llamado urgente a reconocer la gravedad de este problema y las profundas raíces sociales y económicas que lo alimentan.

EO // Con información recopilada en la web.