Por décadas, la modernidad ha asociado la salud y el bienestar humano con lo sintético, con laboratorios de última generación y con la actualización constante y vertiginosa de protocolos clínicos
Ministra Jiménez: Volver a lo natural es una urgencia científica y cultural-. Una realidad no tan mediática sugiere lo contrario: volver a lo natural es una necesidad científica, así lo afirma la ministra del Poder Popular para la Ciencia y la Tecnología, Gabriela Jiménez, en la plataforma Telegram.
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Destacó que según la Organización Mundial de la Salud, un 80% de la población del planeta recurre a la medicina tradicional y, a 2022, 170 de los 194 Estados miembros de esa organización habían solicitado apoyo para crear un conjunto de datos y evidencia fiables sobre las prácticas y los productos de la medicina tradicional ¿Es esto un rezago o una señal que apenas empieza a ser validada por la ciencia?, cuestionó.
«La noción de salud como un equilibrio integral —entre cuerpo, mente, espíritu y entorno— ha sido históricamente ignorada por la biomedicina contemporánea», una omisión que ha conducido a tratamientos eficaces para síntomas, pero ineficaces para causas profundas, especialmente en enfermedades crónicas, mentales y psicosomáticas.
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Paradójicamente, lo que alguna vez fue considerado “alternativo”, como el uso de plantas medicinales, hoy es objeto de rigurosas investigaciones clínicas en universidades de todo el mundo.
Basta ver el ejemplo de la Artemisia annua, una planta ancestral utilizada en la medicina china que hoy es base del tratamiento más efectivo contra la malaria, validado por un Premio Nobel.
Centro de Investigación Científica Tradicional y Ancestral en Venezuela
Jiménez, explicó que en este contexto de resignificación del saber ancestral, la reciente inauguración del Centro de Investigación Científica Tradicional y Ancestral en Venezuela marca un hito no solo para la nación, sino para toda la región latinoamericana.
Este Instituto, impulsado por el Gobierno nacional, tiene como misión central la protección de la soberanía biocultural y el aprovechamiento racional de los biorecursos endémicos del país, «con una base científica y una orientación profundamente intercultural».
El centro busca articular los saberes indígenas, campesinos y afrovenezolanos con las metodologías contemporáneas de la investigación biomédica y forma parte de un marco técnico y político bien definido.
«Venezuela, reconocida como uno de los 17 países más megadiversos del mundo por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, cuenta con 44 pueblos indígenas y decenas de miles de especies vegetales, de esas apenas una mínima fracción ha sido estudiada con rigor científico».
EO// Información de: VTV