Contribuye a regular la producción de grasa y a reducir el tamaño de los poros, dejando la piel matificada y purificada

El secreto de la arcilla para pieles puras-. Las arcillas, utilizadas desde la antigüedad por sus propiedades curativas y estéticas, siguen siendo un ingrediente estrella en el cuidado de la piel. Cada tipo de arcilla ofrece beneficios específicos, pero todas comparten la capacidad de purificar, desintoxicar y remineralizar la piel. Son aliadas perfectas para mantener un cutis equilibrado y libre de impurezas.
La arcilla verde, por ejemplo, es ideal para pieles grasas y con tendencia acnéica. Su alto poder de absorción ayuda a eliminar el exceso de sebo, las toxinas y las impurezas de los poros. Contribuye a regular la producción de grasa y a reducir el tamaño de los poros, dejando la piel matificada y purificada.
Te puede interesar: Mascarillas caseras para una piel luminosa: recetas sencillas
Para pieles sensibles o secas, la arcilla rosa (una mezcla de arcilla roja y blanca) es la opción perfecta. Es más suave pero igualmente efectiva para limpiar y calmar la piel. Aporta luminosidad y mejora la circulación sin resecar. La arcilla blanca (caolín) es la más suave de todas, ideal para todo tipo de pieles, incluso las más delicadas, aportando suavidad y luminosidad.
Para usarla, mezcla el polvo de arcilla con agua o hidrolato hasta obtener una pasta homogénea. Aplica sobre el rostro limpio, evitando el contorno de ojos y labios, y deja actuar hasta que empiece a secarse (unos 10-15 minutos). Nunca dejes que se seque por completo para evitar que la piel se deshidrate. Retira con agua tibia y aplica tu hidratante. Tu piel se sentirá fresca, limpia y revitalizada.
EO // Con información de: Escuela Makeup