El capricho es el sinónimo del egocentrismo radical que ignora las normas básicas del respeto y la cortesía

La patología del Capricho: Una problemática en la sociedad.- Esta patología se convierte en un impulso irreflexivo por satisfacer deseos repentinos sin considerar a terceros, suele disfrazarse cotidianamente de una simple excentricidad.
Su impacto real es una erosión silente y constante del tejido social. Generando frustración colectiva, pérdida de tiempo valioso y desarrolla una atmósfera de tensión en espacios compartidos, convirtiéndola en un campo minado.
El capricho es el sinónimo del egocentrismo radical que ignora las normas básicas del respeto y la cortesía; siendo los fundamentos en cualquier funcional. Los daños emocionales que generan los caprichos alimentan la desconfianza y el resentimiento.
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Las opiniones caprichosas, carentes de fundamentos, pero expresadas con apasionamiento, inundan espacios reales y virtuales. Valorándose más la intensidad de una malcriadez que la solidez del argumento, polarizando discusiones y dificultando soluciones racionales.
Quedando el bienestar general sometido a la satisfacción de una pataleta ruidosa o del interés más mezquino.
Solución
Se requiere conciencia y firmeza colectiva, para romper este círculo que suele ser vicioso. Debemos dejar de normalizar y sostener este tipo de comportamientos tóxicos, estableciendo límites claros. Al apoyar la empatía, la responsabilidad y el pensamiento, nos permitirán combatir el tsunami de caprichos que amenaza a la cooperación, respeto mutuo y la construcción de una sociedad sana y sostenible.
EO// Redacción Víctor Hugo Rodríguez