Indicaron que su ingreso al Cecot fue un zarpazo psicológico: “Pensé que nunca más iba a salir de allí. Veía maras, pandilleros… Pasaba por mi mente que nos podían mandar a matar», relató uno de los venezolanos

Migrantes venezolanos relatan lo que vivieron en el Cecot de El Salvador -. El pasado viernes, 252 venezolanos, quienes permanecían secuestrados en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) de El Salvador, fueron rescatados por el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, tras vivir uno de los capítulos más oscuros.
Bajo la administración del presidente Donald Trump, los migrantes venezolanos fueron deportados a El Salvador y encarcelados en el Cecot, sin que hubiesen cometido delito alguno en Estados Unidos o la nación centroamericana.
Leer más: Movimientos ecosocialistas consolidan propuesta sobre cambio climático
Sin embargo, las negociaciones entre el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, con la mediación del papa León XIV y la participación de Estados Unidos, El Salvador y la Organización de Naciones Unidas (ONU), hicieron posible el retorno de los 252 connacionales a través del Plan Vuelta a la Patria.
El espacio televisivo «Con Maduro +», que conduce el presidente Nicolás Maduro, fue dedicado a la victoria de Venezuela por el retorno al país de los 252 venezolanos secuestrados en El Salvador y siete niños quienes también arribaron el viernes, luego de haber sido separados forzosamente de sus familias.
En el programa se presentaron algunos testimonios de venezolanos que estuvieron en el Cecot, como el estilista Andrei Hernández Romero.
De acuerdo con este tachirense, tras entregarse a las autoridades estadounidenses para pedir asilo, fue acusado—sin juicio ni pruebas—de ser integrante del extinto Tren de Aragua, por el solo hecho de portar tatuajes. Otros también corrieron con similar suerte.
A su llegada a El Salvador, los relatos coinciden: policías los bajaron entre golpes, los obligaron a arrodillarse y escuchar amenazas.
“Ahí me dijeron: ‘De aquí vas a salir a los 90 años’. Ahí yo, de verdad, me perdí”, recordó uno de los migrantes a un reconocido canal de televisión. La humillación continuó: con máquinas de afeitar, los raparon y lanzaron al suelo. “Sentí que el mundo se me caía encima … Nunca pensé que saldría de ese país».
«Cuando caí en la cárcel del Cecot, que vi que era una cárcel de terroristas, pensé que nunca más iba a salir de allí», narró otro de los migrantes.
Leer más: Padrino López destaca compromiso en la recuperación del sistema de salud
En ese sentido, los migrantes indican que su ingreso al Cecot fue un zarpazo psicológico: “Pensé que nunca más iba a salir de allí. Veía maras, pandilleros … Pasaba por mi mente que nos podían mandar a matar. En esa cárcel hay fosa común”, narró Hernández.
En al menos dos ocasiones, los migrantes protagonizaron motines y huelgas de hambre—y de sangre—para protestar por las condiciones inhumanas a las que eran sometidos. “Mandamos sábanas y amenazamos con ahorcarnos. Nunca me había visto así: verme con una sábana en el cuello … Fue devastador”, relató una de las víctimas.
«Nunca había estado detenido, ni tengo antecedentes penales. Era la primera vez que me detenían. A todos nos pegaron mucho, nos dieron con palos», expuso otro de los connacionales venezolanos.
Leer también: Presidente Maduro: Todavía quedan 29 niños retenidos en EEUU
Para los migrantes venezolanos nunca hubo juicio, defensa ni contacto con familiares. Sin embargo, uno de los entrevistados declaró que sabían que «el mundo estaba luchando por nosotros, porque lo que hicieron con nosotros fue una injusticia muy grave».
Al respecto, el presidente Maduro acotó en el espacio televisivo que «ellos tuvieron la capacidad para resistir y ahora están en su tierra, en su Patria que los quiere y los ama».
El mandatario afirmó que «la migración es un derecho humano. En Venezuela hay 10 millones de migrantes y ¿cuándo ha sido aquí un delito?».
EO// Información de: Globovisión