En la espiritualidad se atribuye a entidades oscuras que se acercan por las bajas vibraciones
Bolívar Villarroel: Maldiciones generacionales, excusas o realidad

Bolívar Villarroel: Maldiciones generacionales, excusas o realidad – Sin importar los tiempos, los contextos que vivimos siempre responden a una serie de hechos, lógicamente!, las casualidades son una ilusión, ¡no existen! Todo pasa por algo o como consecuencia de algo, pero desde los inicios de la civilización ha quedado plasmado en diversas escrituras la condena que han vivido los protagonistas de las historias que, hoy, miles de años después, siguen siendo referencia.

Estos hechos condenatorios no siempre son la consecuencia de un acto punible cometido por el sujeto de quien se habla, muy por el contrario, hemos conocido que pagan por vilezas de padres o abuelos. Como esa frase de “lo que das recibes” pero en este caso el castigo lo paga quien viene después del que cometió la falta, ¿por qué tiene que pagar alguien por pecados que no cometió?

Por qué el destino tendría que cobrar a quien no es culpable, está inserto en nuestros genes? ¿Es hereditario el físico y parte de la chispa que nos permite vivir? Es decir; en el alma se traspasan los pecados? ¡Alguien una vez no cumplió los mandatos de Dios, entonces todos pagamos el pecado original, todos justos por pecadores, dicen! Adán y Eva nos han metido en sendos líos, y saberlo es importante, ¡lo del pecado!, cargamos una culpa que entre todos debemos pagar, de manera individual al nacer, en condición de pecadores venimos al mundo como que si nuestras almas hubiesen experimentado en otras vidas lo corrupto, lo maltrecho, como si hubiésemos sido los villanos de un cuento que protagonizamos sin saber.

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Está mal, si no quiero hacer una vaca de pagar pecados entre todos, es que no me parece justo, o es que acaso lo hemos malinterpretado, quiero pensar así, sí, me parece a mí que lo hemos malinterpretado.

Una hormiga nace, y es la hija de una hormiga que se comió la miel de un campesino que solo tenía eso de comer, el campesino tenía hambre y la hormiga también, entonces, la hija de la hormiga que nunca ha comido miel, es desmembrada y luego devorada por un petirrojo que también tenía hambre. ¿Era solo una hormiguita comenzando a vivir, por qué el petirrojo se la zampo?

En psicología se estudian los patrones de conductas aprendidas durante la niñez, que se transfieren de padres a hijos, está bien, esto puede darnos una guía, si un padre tiene rabia reprimida y cría a sus hijos desde esa ira, es un setenta y cinco por ciento probable que ese hijo piedra convertirse en un adulto rabioso porque así fue criado, él vio la rabia, se juntó con ella, lloro de rabia hasta que se hizo ese sentimiento parte de él.

En la espiritualidad se atribuye a entidades oscuras que se acercan por las bajas vibraciones, que en la mayoría de los casos, según estas creencias, son atraídas por pensamientos negativos, malas acciones pasadas, atentados en contra de la salud, es decir, malos hábitos.

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Un ejemplo de ello es el alcohol, que tiene efectos invisibles, al principio claro, ya que sus estragos empieza de adentro hacia fuera, en tu alma, que la desgasta de apoco, y en tu capacidad para crear la vida que realmente deseas, te desconecta de Dios, cuando te da esa corta sensación de alivio, y lo particular, es que nos lo han querido vender como el elemento que nos conduce a la celebración, pero nadie dice que a nivel energético y espiritual es un ladrón de energías, ya que te vuelve vulnerable, sin control de tus acciones, y te vuelve un ser oscuro y alejado de lo más bello del universo que es el presente, el aquí y el ahora, este tipo de bebidas van consumiendo el gran potencial que brilla dentro de ti y te hace un ser sumido en la oscuridad y vives infeliz.

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Y está bien, es tu decisión, pero la cosa está en que cada partícula se conecta hasta con lo que pensamos, entonces en el paquete genético que enviamos está la información, esa que nadie quiere recibir, porque esa vida que viene después de ti no lo decidió, y todo lo que has sido viaja en los genes y llega hasta ese nuevo ser, es una cadena, de lo que viene después de mí y todo lo que he sido. El que viene después de ti no tiene la culpa, pero la lleva consigo, hagamos las cosas bien por los que llegan después, porque lo que hemos sido un día afecta a las generaciones después de la nuestra, seamos justos, con nosotros y con ellos.

EO// Redacción: Blaximar Bolívar