La cocina es cultura y forma parte de un patrimonio colectivo al que no debemos renunciar
El mundo de la gastronomía celebra que la marca Cuina Catalana pase a ser pública

El mundo de la gastronomía celebra que la marca Cuina Catalana pase a ser pública –. Satisfacción en el mundo de la gastronomía catalana tras conocerse que la Generalitat de Catalunya podrá utilizar durante cinco años sin coste alguno la marca Cuina Catalana como paraguas para el paquete de iniciativas de promoción y difusión de la gastronomía en las que está trabajando.

El pasado 26 de mayo, logró la cesión gratuita de este distintivo, que legalmente sigue perteneciendo a una entidad privada, la Fundació Institut Català de la Cuina i de la Cultura Gastronòmica. La ‘conselleria’ de Agricultura i Alimentació, que es la que ha logrado la cesión. Quiere utilizarla como el sello bajo el que se agruparán distintas acciones de divulgación de la cocina tradicional catalana.

Varias personalidades del mundo de la gastronomía consideran que la gestión de la marca Cuina Catalana nunca debió ser privada, y aplauden esta cesión, además de preguntarse cómo fue posible que un particular registrara un concepto tan genérico como este. La marca Cuina Catalana había desarrollado incluso un logotipo propio, un sello de calidad que la fundación que la ostenta ha ido entregando a recetas, productos y establecimientos en los que se sirven estos platos.

Este diseño es el que a partir de ahora pasará a gestionar la Generalitat para «preservar y prestigiar el patrimonio gastronómico de Catalunya, de manera que se pongan en valor sus rasgos propios, mediterráneos y saludables», según destaca el acuerdo de cesión.

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«La cocina catalana, que es especialmente rica y diversa por la variedad de tierras, biodiversidad e historia, es un patrimonio es de todos, es un objeto cultural, como la lengua, que pertenece a quien la habla y la escribe. Luego se puede estudiar, inventariar…», razona Toni Massanés, que hizo el trabajadísimo ‘Corpus del patrimoni culinari català’ (2006). Con más de 1.000 recetas y dos ampliaciones, y es el actual director de la Fundació Alícia.

El presidente de la Acadèmia Catalana de Gastronomia i Nutrició, Carles Vilarrubí, también celebra la cesión. «La cocina es cultura y forma parte de un patrimonio colectivo al que no debemos renunciar. La ‘cuina catalana’ es de todos», proclama el empresario.

EO// con información de: El Tiempo