Los datos de altitud y velocidad se fueron a cero a pocos minutos de la hora prevista del alunizaje

Resilience la nave japonesa ispace, choca contra la Luna tras un aterrizaje forzoso-. Caras de preocupación y gestos serios en la sala de control de Tokio de la compañía japonesa ispace. El objetivo era que Resilience, la segunda nave que envía la compañía a la Luna, se posase suavemente sobre nuestro satélite a las 21.17, hora española.
Sin embargo, a dos minutos y a tan solo 50 metros de la superficie de Mar Frigoris (Mar del Frío), la llanura basáltica del hemisferio norte en la que debía alunizar, se cortó la conexión con tierra.
«Estamos intentando volver a conectar con la nave tras el aterrizaje», aclararon desde la compañía, que espera tener un comunicado con lo ocurrido «en unas horas». Sin embargo, el panorama no pintaba bien para Resilience: suponiendo que las cifras finales de la telemetría mostradas en la retransmisión (que ofrecen la altitud y la velocidad de la nave) fueran precisas, la información reflejaba que la sonda viajaba a 187 km/h a una altitud de 52 metros a tan solo 1.45 minutos para el aterrizaje.
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Sin embargo, el módulo de aterrizaje debería haber estado, como mínimo, al doble de altura en ese momento. Los temores se confirmaban horas después. «Basándonos en los datos disponibles en la actualidad, el módulo de alunizaje probablemente realizó un aterrizaje forzoso», confirmó la empresa en un comunicado.
Una situación que recuerda a la ya vivida en abril de 2023, cuando ocurrió algo muy parecido: la nave cortó la comunicación con la torre de control a escasos momentos antes del alunizaje y se hizo el silencio.
Horas después, ispace confirmó que la sonda se había acelerado durante los últimos metros del descenso, para acabar chocando contra la superficie de la Luna. «Queríamos que la Misión 2 fuera un éxito», explicó ante los periodistas Takeshi Hakamada, fundador y CEO de ispace, pero desafortunadamente no pudimos aterrizar.
EO/// Con información recopilada de: ABC Ciencia