En esta ocasión traemos a uno de los grupos indígenas más antiguos de nuestro país, como lo son Los Kariña, quienes según lo que se conoce son descendientes directos de los —Caribes

Justa Pollo y Pedro

Los Kariña, amigos de la tierra y del cosmos. — Aunque se dividen en grupos independientes comparten su lengua y ciertas tradiciones, se les ubica en las Guayanas, Venezuela y Brasil. Lo que identifica a los Kariña, es una maravillosa cosmovisión armónica con la naturaleza.

En palabras de uno de nuestros entrevistados el señor Pedro, nos compartía que —Si hay alguien al cuidado de la naturaleza, y toda la existencia de Venezuela, esos han sido los indígenas— Y es que una ferviente creencia es su conexión con todos los seres vivos, las plantas, los animales, los ríos, porque —todos somos hermanos—.

Por instinto, el indígena, —Cuida el cosmos— árboles, tierra, el río, existe un equilibrio, una armonía que prioriza el respeto para una adecuada convivencia, —Para nosotros, nada es muerto, todo tiene vida, las llanuras, sábanas, los hermanos árboles—.

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Llevan un estilo de vida al que le son fieles, ofrendan de sus cosechas y lo que la tierra les produce, veneran a los que partieron, para tener prosperidad, agradecen a la tierra, que nos brinda techo, abrigo y alimentación.

Su ritual más sagrado es el -Akaatompo- o “Día de los muertos” el cual es sumamente valioso, los Kariña guardan luto con el cabello, al menos las mujeres rebajan su flequillo, después de un año “votan el luto”, y pasan la noche entre danzas, juegos, fogatas y baños para “limpiar” es un ritual de despedida donde recuerdan a los difuntos.

El Matrimonio es una historia diferente, los Kariña realizan una “prueba” a la pareja en cuestión, evaluando si están aptos porque en palabras sabias de la Señora Justa —El matrimonio es para toda la vida— se coloca un chinchorro, se vacía una tapara llena de hormigas sobre la pareja, se decía que si las hormigas atacaban no estaban listos, pero sino lo hacían era una señal de que, si lo estaban.

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—Si el indígena pierde su idioma, lo pierde todo— estas palabras fueron sentidas al ser expresadas por nuestra entrevistada, y es tal cual sus dichos, debido a que la identidad cultural, comienza con el idioma —Si tú hablas, te vistes, si te vistes bailas el “Mare-Mare”—, porque todas las expresiones comienzan con el habla.

El idioma esencial en su cultura, era, es y ha sido una lucha constante por conservarlo, han tenido significativos avances, como el hecho de que se imparten conocimientos en el programa de idiomas de la Universidad Bolivariana que otros aprendan y enseñen Kariña es justamente el propósito fundamental que con esfuerzo y dedicación, ha hecho que hombres y mujeres como Justa y Pedro se encuentren profundamente “enamorados de su cultura”.

EO // Redacción de: Bárbara León.