Este es el acto de consagración en Cali para cumplir uno de los más grandes logros del sacerdote, de 57 años, electo como obispo de la capital del Chocó
En Cali se ordenará el primer obispo afrodescendiente de Colombia –. La madre de monseñor Mosquera, doña Jerónima Moreno, de casi un siglo de edad a quien no le duele ni una muela y que solo toma a diario la pastilla para controlar la presión, observaba cómo su hijo tenía el corazón acelerado y una sonrisa porque será ordenado este 14 de septiembre, como el primer obispo afrodescendiente del país, en una ceremonia que se llevará a cabo en la Catedral de San Pedro, a partir de las 10 de la mañana.
El padre Wiston Mosquera, el primer obispo de raza negra que tendrá el país. En la actualidad es vicario general de la Arquidiócesis de Cali y párroco de la Catedral de San Pedro, en el centro de la ciudad.
Se ordenará en septiembre y luego será enviado a la Catedral de Quibdó, Chocó.
Cuando EL TIEMPO le pregunta sobre qué piensa de que nunca antes en la historia del país se había visto a un obispo afrodescendiente. Monseñor Mosquera contesta que Colombia ha enfrentado procesos de segregación de comunidades que luchan por sus derechos, a la igualdad y a una vida digna, una lucha que en la misión pastoral la ha observado desde que es sacerdote.
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Aun así entiende que como todo miembro de la Iglesia Católica, la población siempre será una sola que busca el buen camino con oportunidades, sacrificios y tesón, como en toda familia colombiana, como lo ha sido la suya, con doña María Jerónima, orgullosa de que su hijo se ordena como obispo, para ella su eterno y amado sacerdote que será recibido con el repicar de campañas de un Chocó anhelante de buenas noticias, como esta, el primer obispo afro de Colombia.
De niño, monseñor Wiston Mosquera ayudaba en una parroquia pequeña, la de su natal Andagoya, en medio del tesón de este municipio. También del Chocó y donde en aquellos tiempos, entre las décadas del 60 y del 80, la gente moría longeva. “Nadie se moría en el pueblo, toda la gente se conocía y la violencia no se veía”, recuerda monseñor. Asegura vivió una infancia y una adolescencia feliz en su Andagoya, donde como todos los muchachos de su edad y en esa época, bañarse y jugar en el aún caudaloso río Condoto era el mejor plan del día.
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También, jugar baloncesto o fútbol en la cancha, a unos metros de su vivienda. Un hogar de nueve hijos que levantó doña María Jerónima, pues su esposo murió hace unos 50 años.
“Mi madre está lúcida, pero a veces pregunta por el hijo sacerdote. De pronto, la idea de estar en Quibdó la dejó pensando”, cuenta monseñor, que no deja de sonreír y quien desde 2018 hasta la fecha ha sido párroco de la Catedral de San Pedro Apóstol, en el centro caleño, alternando sus actividades con las funciones de vicario general. Sobre ser obispo: “No se me pasaba por la mente”. Así lo dice, quien se ordenó como sacerdote, el 19 de marzo de 2005.
La ceremonia de la ordenación episcopal será transmitida por el canal regional Telepacífico y redes sociales de la Arquidiócesis de Cali.
EO/// con información de: El Tiempo