Esto se debe a que las vías respiratorias superiores perciben el agua y envían rápidamente una señal al cerebro
Células que protegen las vías respiratorias del agua o la acidez

Células que protegen las vías respiratorias del agua o la acidez – Científicos de la Universidad de California-San Francisco (UCSF) han identificado las células del sistema respiratorio que identifican cuando un agente extraño, como el agua, llega a los pulmones, lo que abrirá nuevas vías para la prevención de afecciones como la neumonía o la tos crónica.

En un estudio, recogido este jueves en la revista Science, los investigadores describen cómo las células neuroendocrinas laríngeas y traqueales pueden detectar agua o ácido en las vías respiratorias superiores y transmitir la información al cerebro.

Estas células neuroendocrinas se encuentran en todo el sistema respiratorio y digestivo, y poseen una doble función: producir y liberar hormonas, como las células endocrinas, y enviar y recibir mensajes eléctricos, como las neuronas.

Sistema de alerta
Así, cuando una persona ingiere agua, por ejemplo, y esa agua baja por la vía equivocada llegando a los pulmones, la reacción instintiva de una persona es toser de forma incontrolada.

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El mismo reflejo de la tos se produce en las personas con reflujo estomacal ácido, cuando este sube a la garganta.

El camino al hallazgo
Los investigadores desarrollaron métodos para aislar las diminutas y muy raras células neuroendocrinas de los pulmones, la laringe y la tráquea superior e inferior y caracterizar los detalles moleculares de los distintos grupos celulares.

Estudiaron qué genes están activos en cada célula y qué estímulos provocaba la liberación de señales químicas, viendo que, a diferencia de las células neuroendocrinas de los pulmones que si avisan de la presencia de agua o ácido, las de la tráquea y la laringe no responden a los cambios de presión.

En tejidos aislados de ratones demostraron que las células neuroendocrinas podían transmitir estos mensajes directamente a las neuronas sensoriales que conducen al cerebro.

Vieron también que la activación de las células neuroendocrinas en ratones vivos les hacía tragar y toser, reflejos importantes para proteger sus pulmones.

En cambio, cuando los ratones carecían por completo de células neuroendocrinas, no reaccionaban al agua en las vías respiratorias.

EO// con información de: 800 Noticias