Maestros de tai chi, artistas marciales y monjes budistas fueron puestos a prueba bajo la lupa de la ciencia occidental.
La ciencia y la meditación- ¿Qué ocurriría con aquellos que, deliberadamente, entrenaban sus cerebros para mejorar sus capacidades?
La conocidísima investigación del doctor Richard Davidson de la Universidad de Wisconsin que dio a conocer al mundo al monje budista francés Matthieu Ricard, que sería rebautizado como el hombre más feliz del mundo.
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Los resultados mostraron que mientras Ricard practicaba meditación su cerebro desarrollaba una actividad superior a la normal en la corteza cerebral prefrontal izquierda. Esto indicaría una gran predisposición para el bienestar, las emociones positivas y la gestión de estrés. De hecho, Matthieu Ricard dio resultados muy por encima de lo que se creía posible.
La ciencia demostraba así que aquellas personas que entrenaban sus cerebros de una cierta manera les resultan mucho más fácil ser felices que al resto.
EO //Redacción 800Noticias