En el Observatorio Vera C. Rubin, ubicado en Chile, se prepara una revolución astronómica. Una cámara de 3.200 megapíxeles
Crean una cámara que cambiará la exploración del cosmos

Crean una cámara que cambiará la exploración del cosmos -. Con herramientas innovadoras, esta tecnología está permitiendo descubrir planetas habitables y responder preguntas fundamentales sobre nuestra existencia en el cosmos. La más grande, jamás construida, comenzará a capturar imágenes completas del cielo cada tres noches a partir de 2025. Este avance promete transformar nuestra comprensión del universo con la ayuda de la inteligencia artificial (IA).

El Observatorio Vera Rubin, cuya construcción comenzó en 2001, está diseñado para capturar imágenes del cielo con una resolución sin precedentes. Este dispositivo producirá una enorme cantidad de datos, identificando hasta un millón de supernovas al año, además de decenas de miles de asteroides y otros fenómenos celestes. La magnitud de esta información plantea desafíos que los métodos tradicionales de análisis humano no pueden resolver. Aquí es donde la inteligencia artificial se convierte en una herramienta crucial. Con algoritmos diseñados para analizar datos en tiempo récord, la IA está revolucionando la manera en que exploramos el universo.

Uno de los ejemplos más destacados del uso de la IA en la astronomía es Exominer, un programa desarrollado por Hamed Valizadegan, experto de la NASA. Este sistema de aprendizaje automático fue diseñado para analizar las «curvas de luz» de estrellas capturadas por el Telescopio Espacial Kepler.

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Exominer ha identificado con éxito 370 exoplanetas previamente desconocidos, consolidándose como una herramienta clave en la astronomía moderna. Hasta ahora, no ha cometido errores confirmados, demostrando su precisión y confiabilidad. A pesar de los avances, encontrar un exoplaneta con las condiciones necesarias para albergar vida sigue siendo un desafío monumental. Desde el descubrimiento del primer exoplaneta en 1995, más de 5.600 han sido identificados, pero pocos cumplen con las características ideales para la habitabilidad.

Instrumentos como el Telescopio Espacial Kepler y su sucesor, TESS, han ampliado significativamente nuestra capacidad de observación, pero la IA está llevando esta búsqueda a otro nivel. Algoritmos avanzados como los utilizados por Exominer no solo identifican planetas, sino que también buscan bioindicadores como agua líquida o vegetación, elementos esenciales para la vida. Con herramientas como Exominer y la cámara del Observatorio Vera Rubin, la astronomía está entrando en una nueva era. En un universo vasto y lleno de misterios, la IA se presenta como nuestro mejor aliado para desvelar los secretos del cosmos y comprender mejor nuestro lugar en él.

EO//Con información de Gizmodo