El 16 de julio del año 2003, la música latina se vestía de luto tras la confirmación del fallecimiento de Celia Cruz. La cantante falleció a causa de un tumor cerebral
22 sin Celia Cruz: el eco de un icónico grito, ¡Azúcar!

22 sin Celia Cruz: el eco de un icónico grito, ¡Azúcar! -. Hoy, 22 años después, el legado de «la Reina de la salsa» pervive; su música sigue siendo escuchada en todo el mundo y son varios los homenajes, museos y espacios culturales que mantiene con vida la herencia musical de la cantante cubana.

La artista, que inició su carrera en la banda La Sonora Matancera en el año 1950, fue la primera mujer negra en ocupar un papel destacado en la industria musical; la cantante transmitió su pasión y su alegría siempre con una sonrisa, sin miedo a la muerte o al futuro que aconteciese.

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Un exilio forzado

Aun pregonando el disfrute y la celebración de la vida, Celia Cruz nunca terminó de superar el exilio que le obligó a abandonar su amada Cuba en el año 1960.

Por aquél entonces, tras la revolución liderada por Fidel Castro en el año 1959, la centralización y el control estatal llevó a cabo una opresión de la cultura con el cierre de teatros, cabarets y discotecas.

La Revolución Cubana tampoco permitió a la artista de La Habana regresar a la tierra que la había visto nacer para visitar a su madre, terriblemente enferma tras una larga lucha contra el cáncer.

Regresó a Cuba un vez, en 1990, para dar un show en la base militar de la Bahía de Guantánamo. Consciente de la excepcionalidad de aquel viaje, la cantante, una vez terminado el espectáculo, se acercó a la valla que la separaba de su territorio y recogió un puñado de arena en un bote de cristal como recuerdo de aquella efímera visita.

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Una carrera meteórica
Comenzó su carrera en solitario tras abandonar la banda junto con Pedro Knight, el trompetista que por aquel entonces ya se había convertido en su marido; bajo sus arreglos y representación, publicó «Canciones que yo quería haber grabado primero», su primer álbum en solitario.

Una amplia discografía, programas de televisión y películas permitieron a la cantante traspasar fronteras y extender a ritmo tropical, de rumba, salsa o bolero, sus letras en la industria angloparlante.

Sin embargo, un tumor cerebral marcó el principio del fin de una brillante carrera.

Ganadora de varios premios Grammy, incluido el premio a la carrera artística, Cruz asumió que, tal vez, su momento había llegado para dar paso a otros; pero no lo hizo con resignación, sino con la misma sonrisa que había caracterizado a la cantante en sus diversas participaciones públicas.

Tras compartir escenario con artistas como Marc Anthony o Gloria Estefan, hizo su última aparición en un show homenaje llamado ¡Celia Cruz, Azúcar!. Pocos meses después y a sabiendas de que no podría hacerlo en su tierra, Celia Cruz fue enterrada con aquella arena que, con esperanza de volver a pisarla, recogió en 1990.

El legado de Celia Cruz

Son muchos los artistas actuales que mantienen con vida el legado de Celia Cruz, como Bad Bunny con su último álbum, Debí Tirar Más Fotos, Daddy Yankee en De vuelta pa’ la vuelta junto a Marc Anthony, o Nia Correia, exparticipante de Operación Triunfo, que colaboró con el puertorriqueño Guaynaa en Vamo’ echando.

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Por su parte, la Cadena Dial tampoco quiso perder la oportunidad de homenajear a la Reina de la salsa y al propio género latino en la última edición de los Premios Dial Tenerife 2025.

Hoy, «¡Azúcar!», sigue siendo un grito recurrente en casa de muchas familias a la hora del café y las letras de Celia Cruz siguen resonando en Cuba y más allá de sus mares.

EO// Información de: Globovisión